Redacción. El subjefe de la bancada del Partido Nacional, Nelson Márquez, se pronunció respecto a la elección del fiscal general y adjunto del Ministerio Público (MP), asegurando que el único acuerdo al que han llegado hasta ahora es que ambos sean electos con los 86 votos que establece la ley.
El diputado descartó que los fiscales Johel Zelaya y Mario Morazán, que tomaron interinamente el control del Ministerio Público, queden en propiedad. «No hemos hablado de nombres, sólo que se elijan con los 86 votos que dice la ley, no sabemos quiénes son los interesados en esas especulaciones», dijo.
Reiteró que los nombres de las personas que estarán al frente del MP no se han discutido, además, que debe haber un acuerdo entre todas las bancadas para que el proceso se realice con transparencia.
Añadió que hay varios temas, además de la elección de las «cabezas» del Ministerio Público. Uno es el nombramiento de los magistrados del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), del cual asegura también hay un sector de Libre que quiere tomar el control.
“La oposición, lo único que quiere es que ellos no hagan los nombramientos a través de una comisión y no se cumpla con los procesos que exige la ley. Es por eso que se están dando estos acercamientos tomando la elección del Ministerio Público, porque no solo los temas políticos son importantes. Está también la generación de empleo, el acceso a medicamentos, la canasta básica, pero no se han querido poner en agenda”, argumentó.
La lucha de la oposición
El nacionalista señaló que voceros de Libre ya han especulado que la oposición no tendrá candidatos porque el oficialismo quiere tomar el control de todo. Por lo tanto, manifestó que la oposición debe luchar cada una de las batallas que la democracia exige.
«Hoy la tarea es que Libre no tenga el control absoluto del TSC, ni de la Unidad de Política Limpia, ni del Tribunal Supremo Electoral», agregó.
Señaló que una de las condiciones que ha impuesto la bancada nacionalista es que la elección se haga con 86 votos. Además, que se convoque a una reunión extraordinaria como pleno del Congreso y no a través de una Comisión Permanente.
«Si se llama a una reunión extraordinaria, la mayoría de diputados están de acuerdo en retornar a las sesiones y aprobar los temas de interés para el hondureño de a pie», cerró.
