TEGUCIGALPA, HONDURAS. Jefes de los carteles de la droga, grupos del crimen organizado y estructura de las pandillas ingresaron millones de lempiras a la mayoría de las distribuidoras de vehículos en Honduras, al comprarles sin control miles de automóviles.
La denominada “época de cielo abierto” en que esas estructuras realizaban actividades ilícitas relacionadas al trasiego y comercialización de la droga y otros delitos, comprende los años de 1990 a 2014.
Hasta hoy no hay información precisa que indique que las autoridades hayan penalizado el dinero que las concesionarias recibieron por la venta de esos automóviles. Esto porque esos fondos proceden de actividades ilícitas.
Expertos opinan que en este tema ha habido un ocultamiento evidente para no exponer a las influyentes distribuidoras de vehículos más grandes de Honduras.
En abril pasado, ya el Departamento de Estado de los Estados Unidos reiteró en un amplío informe que las empresas dedicadas a la venta de vehículos, son uno de los sectores utilizados por los capos para cometer lavado de activos.
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Incautaciones sin control
Hasta ahora son los boletines del Ministerio Público la única fuente confiable para calcular el inmenso negocio que representó la venta de vehículos para las concesionarias.
No obstante, esos boletines en su mayoría obviaban detalles de marcas y la procedencia de los automotores.
Diario TIEMPO DIGITAL intentó obtener la lista de todos los vehículos comprados y utilizados por las estructuras criminales y que ahora están en poder de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI). La gestión chocó contra el mutismo de este ente encargado de administrar los bienes incautados a la delincuencia.
Los operativos
Las concesionarias no solo pudieron haberse enriquecido con el dinero del narcotráfico, también tuvieron como clientes a jefes de maras y pandillas. Esto se evidenció con las masivas incautaciones de lujosos automotores que ha realizado la OABI.
Ejemplo de ello, es una reciente operación ejecutada en la colonia El Trapiche de Tegucigalpa a un líder de la mara Salvatrucha MS-13. Este solo se conoció como el «Tinieblas”, quien tenía en su poder dos vehículos turismo que utilizaba para la comisión de actos delictivos.
Estos decomisos se suman a la interminable lista de incautaciones que la OABI ha realizado por más de cinco años y cuyo registro de ello aun no sale a la luz pública.
Entre los más cotizados «clientes estrella» de algunas concesionarias del país, se pueden citar a los hermanos Valle Valle, Los Cachiros, Carlos «El Negro» Lobo, «Don H», entre otros.
Sobre ello, hay evidencia de los lujosos vehículos de agencias en los que circulaban los citados capos por todo el territorio nacional; y que en muchos de los casos, utilizaban para el trasiego de la droga.
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Hermanos Valle Valle
Esta estructura criminal vinculada al narcotráfico fueron pedidos en extradición por los Estados Unidos y la operación se concretó en diciembre de 2014.
Pero tres meses atrás, las autoridades hondureñas les incautaron varios vehículos Toyota pick up, Land Cruiser blindado. Asimismo un camión Isuzu, una camioneta Ford, un Suzuki.
Pese a su captura y posterior extradición, para el año 2015 durante la operación “Maya” ejecutada al occidente del país, también se les decomisó dos buses grandes, dos camiones, once vehículos tipo pick up, cuatro carros turismo, dos camionetas, una motocicleta y dos autos blindados.
En ese mismo año, las incautaciones a la poderosa estructura criminal continuaron y a diferencia de otras operaciones, se logró obtener detalles de las incautaciones.
Se trata de un vehículo tipo pick-up, marca Mitsubishi, modelo L-200 4×2 PI, color plateado y con placa PCV 7861. Además, un cabezal marca Sterling, modelo A95, color blanco, placa AAR 6484.
Operación «Estigia»
Un año más tarde, se llevó a cabo la operación “Estigia” , en donde se incautó bienes al núcleo familiar de un no tan conocido narcotraficante llamado Víctor Manuel Villela Castillo alias “El Rojo”.
Un total de 27 bienes de “El Rojo” se incautaron en esa ocasión, algunos de ellos, pertenecían a los Valle Valle. Pero no hay registro de los vehículos incautados durante esa operación, pese a que hay fotografías que muestran automotores en algunas residencias aseguradas.
Mientras que en la operación “Cerbero”, una de las más recientes del MP, en febrero de 2019, treinta y dos vehículos de los Valle Valle fueron puestos a la orden de la OABI tras su aseguramiento en la zona norte del país. Hasta la fecha no hay especificaciones de los automotores.
«Los Cachiros»
Por otro lado, la banda denominada “Los Cachiros”, cuya fortuna amasada supera los mil millones de lempiras, es considerada una de las más poderosas en Honduras por su nexo con el famoso narcotraficante mexicano Joaquin “El Chapo” Guzmán.
Sobre esta peligrosa estructura criminal ligada al narcotráfico los detalles sobre los vehículos incautados es aún menor. La caída de este imperio de la droga se dio en 2014, tras su extradición hacia los EEUU.
Para el año 2015 se aprobó en el Congreso Nacional la Ley Especial Contra el Lavado de Activos tras su publicación en La Gaceta.
Operación «Zeus»
Lo más reciente. En febrero de 2019, el Ministerio Público puso en marcha la operación ”Zeus” y aseguraron bienes a Mario Cálix Hernández.
A Cálix le aseguraron un total de 13 vehículos que se suman a los 30 automotores más decomisados en la operación “Alicanto II”.
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Agencias automotoras en Honduras
Automóviles de la marca Toyota, distribuida por la famosa Corporación Flores, parecieran ser de las favoritos de los narcotraficantes hondureños. Son los automotores que más número de incautaciones tiene. Seguido de los carros Isuzu, cuyo distribuidor exclusivo en Honduras es Corporación Jaar, quien también comercializa los vehículos Kia en sus diferentes modelos.
Otras de las agencias más destacadas son:
- Auto Excel, que distribuye las marcas Mitsubishi Motors, Honda, BMW, Fuso, Hyundai.
- Grupo Q: Nissan, Jeep, Chevrolet, Mazda y Ram.
- Yude Canahuati: Ford Ranger, Ecosport, Edge, Expedition, F150, Raptor, Figo.
- Corporación Jaar: Kia, Isuzu.
Funcionarios hacen uso de vehículos lujosos del narcotráfico
En febrero de 2018, la Unidad Fiscal Especial Contra la Impunidad y la Corrupción (UFECIC) reveló algo sorprendente. La política no escrita definía el destino de los vehículos que la delincuencia compraba a las concesionarias.
La UFECIC admitió que funcionarios públicos hacían uso de los automotores incautados a las estructuras criminales y que administraba la OABI.
Pero la revelación no era producto de un acto de transparencia sino una denuncia periodística. La misma señalaba a una alta funcionaria de utilizar un Porsche Cayenne propiedad de Carlos Arnaldo “El Negro» Lobo.
José Luis Andino, en ese entonces director de la OABI, no desmintió la información; es más, aseguró que la dependencia donde laboraba la funcionaria tenía asignado dos lotes de vehículos.
Según la UFECIC, al menos 40 instituciones del Estado solicitaron a la OABI los autos más lujosos de las incautaciones.
Además, especificó las otras instituciones beneficiadas: Ministerio Público y las Secretarías de Seguridad y Defensa.
Sin informe sobre vehículos quemados en predio de la OABI
Recién iniciando el año 2019, un incendio consumió más de una decena de vehículos en un predio de la OABI. Esos vehículos fueron comprados en Honduras.
Entre los automotores había carros de lujo, turismos, camionetas, pickup; entre otros que fueron incautados a estructuras criminales dedicadas al narcotráfico y otras actividades delictivas.
De forma oficial, la OABI reportó que tenían en su administración 2,817 bienes muebles entre ellos destacan los vehículos.
Hace un año, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) intervino a la OABI para «investigar» bienes, incluyendo vehículos bajo su administración valorados en unos mil millones de lempiras.
Con todo esos decomisos, queda demostrado que el dinero de los narcos llenó las arcas de las concesionarias de vehículos de Honduras. También, que este sector sigue siendo utilizado para el blanqueado del dinero sucio. Tal como lo recuerda el Departamento de Estado de EEUU en su último informe.