REDACCIÓN. Cientos de personas viven a diario situaciones que les provocan una seri de cuadros de ansiedad y que inconscientemente dañan la salud mental.
A finales de mayo de este año, los juzgado de lo social número 5 de Madrid reconocía como accidente laboral la baja por salud mental de un trabajador tras un episodio de ansiedad
En la sentencia, la magistrada Ángela Mostajo sostiene que el trabajador no se vio sometido al «estrés normal del trabajo», sino a un «incremento del trabajo y del estrés motivado por un constante fallo de la maquinaria», lo que le obligó a «trabajar bajo presión constante».
Te puede interesar: El “test del flamenco” pronostica el riesgo de muerte prematura
Cada vez son más frecuentes las situaciones de estrés y ansiedad provocadas por el trabajo. Para los psicólogos de ifeel, plataforma especializada en apoyo a las empresas y los trabajadores.
Ante eso dijeron que lo principal es reconocer, qué es el estrés laboral y cómo puede afectar al bienestar mental si se viven estas situaciones con demasiada frecuencia.
Estas son, según los especialistas, diez situaciones que pueden provocar el estrés laboral:
Exceso de tarea
O lo que es lo mismo, la obligación de realizar un determinado volumen de trabajo en un periodo de tiempo insuficiente para ello.
“Puede ser una única tarea muy demandante, o varias cosas asequibles, pero demasiadas en número. La desproporción entre el trabajo a realizar y los recursos que tenemos para ello, en este caso el tiempo, genera estrés en el trabajo”, indican los expertos.
Excesiva dificultad de las tareas a realizar
Si las tareas son con frecuencia demasiado difíciles para los conocimientos o habilidades del trabajador éste también podría experimentar estrés en el trabajo.
“Hay un desequilibrio entre lo que demanda la situación y nuestros recursos para responder a ello”.
Ruidos ambientales
En general, todos los distractores que pueden entorpecer u obstaculizar el rendimiento, por lo que, aconsejan mantenerse en un área que le permita concentrarse en las tareas.
“Si no existieran, nos concentraríamos mejor y seríamos más eficientes, pero al estar presentes, suponen una dificultad que se acaba manifestando en estrés”.
Lee también: Estudios ginecológicos que pueden salvar la vida de las mujeres
Falta de ayuda
Según los expertos esto sucede porque el trabajador se encuentra muy solo desempeñando su tarea, bien porque no tiene nadie con quien compartirla o bien porque el clima laboral y la cultura corporativa están poco orientados a la cooperación y más orientados a la competitividad.
“No contar con el apoyo y asesoramiento de otros en la realización de nuestra tarea cuando lo necesitamos puede ser una fuente de estrés en el trabajo”.
Falta de desconexión digital
Para los psicólogos los dispositivos tecnológicos y el uso que se de ellos tanto dentro como fuera del trabajo pueden acabar por saturar nuestro “sistema”.
“Si no hacemos las pausas adecuadas respecto a lo digital no permitimos que nuestra capacidad de procesamiento descanse, con lo que habrá más fatiga y, por tanto, mayor probabilidad de estrés en el trabajo”, aseguran.
Ausencia de instrucciones claras
En otras ocasiones el trabajo no se hace cuesta arriba por exceso de tareas o falta de tiempo sino porque no se le explica adecuadamente al trabajador que debe hacer porque las instrucciones no son claras o son muy variables.
“Eso dificulta la eficiencia y nos genera una inquietud que tiene que ver con el estrés en el trabajo”.
Pausas mal planteadas
Los expertos insisten en la importancia de que el trabajador realice descansos para equilibrarse y refrescar el sistema.
“Si en nuestro día a día no podemos realizar las pausas necesarias, o se nos requiere fuera del horario o en nuestros días de vacaciones, no acabamos de compensar adecuadamente los picos de estrés”.
Exceso de responsabilidad
Como explican desde ifeel “el nivel de responsabilidad de nuestro puesto puede ser muy alto y eso, en sí mismo, es estresante, aunque ambas cosas estén en consonancia.
Tanto más estresante es cuando tenemos una responsabilidad que no nos toca por nuestro puesto o para la que no estamos capacitados.
Mala organización de las tareas
Los psicólogos señalan que a veces las distracciones, la fatiga o la sobrecarga tienen su origen en una mala organización de las tareas según su urgencia, importancia o dificultad.
“Si no hacemos un buen uso del tiempo, si dejamos lo más difícil para cuando ya estamos cansados de lo demás, si vamos picoteando en diferentes tareas a la vez… es más probable que no podamos usar de manera eficiente nuestros recursos de afrontamiento”.
Ausencia de motivación
Ya que cuando una tarea no nos gusta, no sabemos muy bien cómo enfocarlo o nos parece inútil.
“Nuestra energía está más dirigida a soportar la dificultad de realizar la tarea que a hacerla en sí misma” y dar lugar a ese estrés laboral.
Fuente: 20 Minutos.
Nota para nuestros lectores:
? Suscríbete gratis a más información en nuestro WhatsApp. Haga clic en el enlace: https://bit.ly/2Z2UF3j.