TEGUCIGALPA, HONDURAS. A Ramón Lobo Sosa y Wilfredo Cerrato, los magistrados de la Corte de Apelaciones les revocaron el auto de formal procesamiento y dictaron un sobreseimiento definitivo.
Es preciso recordar que tanto Lobo como a Cerrato se les imputaban 125 delitos de fraude y 125 delitos de malversación de fondos. Ambos forman parte del caso denominado como «Caja chica del hermano«.
Por tanto, los magistrados asignados a este caso, declararon con lugar los recursos de apelación que presentó la defensa técnica de los imputados. En dicha instancia, se detallaba que ninguno de los señalados había cometido los delitos por los que estaban siendo acusados.
Cabe resaltar que los sujetos estaban bajo arresto domiciliario con vigilancia policial. Esto, luego de que la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), los señalara por los delitos antes mencionados en el concepto de unos 8.4 millones de lempiras.
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La defensa lo confirmó
En ese sentido, las defensas técnicas del empresario Lobo Sosa y de el ex funcionario Cerrato Durón, confirmaron el dictamen.
Asimismo, el pasado 30 de noviembre de 2018, la Unidad Fiscal Especial Contra la Impunidad y la Corrupción (UFECIC) del Ministerio Público, presentó dicha acusación. De igual manera, se conoció que ambos implicados crearon un entramado que utilizaron para el desvió de fondos en beneficio propio.
Estos dineros estaban destinados, en un principio, para sufragar los gastos de seguridad de la Casa Presidencial. En su momento, la UFECIC estableció que Sosa y Cerrato emitieron cheques del Estado por L13.7 millones y los recursos acabaron en cuentas privadas.
