SAN PEDRO SULA.- José Virgilio Sánchez Montoya, también conocido como «El Pechocho», fue enviado a prisión luego de que se le encontrara culpable de dos delitos: posesión ilegal de armas y posesión de municiones.
El Pechocho se enfrentó a un tercer delito, el de asociación ilícita. Sin embargo, la Fiscalía no logró demostrar que pertenecía a una pandilla. Por tanto se le dio un «sobreseimiento provisional» por este tercero. Mientras que por los otros dos se le dictó «Auto de Formal Procesamiento con la medida cautelar de Prisión Preventiva».
Así lo confirmó Ruy Barahona, portavoz del Ministerio Público a eso de las 7:30 PM.
¿Escapó o no de El Pozo?
Respecto a la gran duda que consume a la población hondureña respecto a la seguridad de El Pozo, todavía quedan las preguntas en el aire.
El portavoz del Ministerio Público se limitó a comentar que «no ha sido presentado requerimiento alguno sobre El Pozo».
De acuerdo a Barahona, en el Ministerio Público no tienen conocimiento alguno acerca de El Pechocho y su estadía en El Pozo.
Las autoridades del país siguen evadiendo la responsabilidad en ese aspecto de la investigación.
“El Pechocho” pone en duda seguridad de “El Pozo”
Hay una gran confusión en torno al individuo, en un extremo trascendió que gracias a las pruebas dactilares de la Fiscalía, se logró comprobar que “El Pechocho” es uno de los registrados en el Penal sampedrano, condenado a 500 años de cárcel por la masacre de 17 trabajadores en una zapatería.
Lo anterior, derivado a que Sánchez Montoya, de 28 años de edad, inexplicablemente andaba libre y cobrando el denominado “impuesto de guerra”, de acuerdo a las denuncias que recibió la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), que le dio seguimiento y posteriormente lo aprendió sin saber que se trataba del “Pechocho” que debía estar preso cumpliendo su pena.
Mientras tanto, otro extremo señala que el subdirector del Instituto Nacional Penitenciario, German McNiel, aseguró que José Virgilio Sánchez, alias “El Pechocho”, fue capturado y no recapturado como se dice porque se habría fugado de la Penitenciaría de Llama, Santa Bárbara, conocida como El Pozo.
