TEGUCIGALPA, HONDURAS. En el marco del Día del Estudiante en Honduras, en este 2021, dirigentes magisteriales considera que no hay nada que celebrar pues el sector educativo arrastra una crisis aguda que cada vez excluye a más hondureños arrebatándoles el derecho a aprender.
Con el fin de abordar el tema de educación en el país, Diario TIEMPO Digital se comunicó con los dirigentes magisteriales Daniel Esponda y Onán Cálix.
Actualmente, ambos son dirigentes del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (COPRUMH) y Juventud del Primer Colegio Profesional Hondureño de Maestros (PRICPHMA), respectivamente.
Los hondureños expertos en la materia llegaron a un consenso sobre la situación del sector educativo que, según dijeron, registra un atraso de 20 años.
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Realidad de los estudiantes en Honduras
«La realidad objetiva de la educación en el país es terrible, la exclusión ha sido una constante», comenzó diciendo Esponda.
De acuerdo a la información proporcionada por el dirigente magisterial del COPRUMH, antes de la pandemia estaban cerca de 500,000 estudiantes excluidos del sistema educativo pero ahora son 2 de cada 3.
Además, argumentó que hay varias cosas que condicionan la educación en Honduras como: espacios educativos limitados, la reducción de presupuestos y dificultad de entrar a una universidad pública.
«Si partimos de todo eso podemos decir con total solvencia que ser estudiante en Honduras se va a convertir en una especie en peligro de extinción«, consideró.
«No es día para celebrar»
«Este es un día que da mucha tristeza ya que hemos visto cómo el gobierno actual ha sido incapaz de garantizar el derecho a la educación a nuestros niños y jóvenes», dijo Esponda.
También, Onán Cálix estuvo de acuerdo con que este día no es de celebración, al contrario, dijo que es para reclamar al gobierno por el abandono del sector.
«El Estado ha sido incapaz de ayudarles a los niños y jóvenes de Honduras. No les han dado ni un libro, tecnología educativa como tablets, computadoras o internet gratuito», comentó Cálix.
De la misma manera, mostró su molestia porque ya no dan becas de excelencia académica y sociales, más el bono de transporte.
«Hay que exigir al gobierno para que cumpla con lo que establece la Constitución de la República de una educación laica, gratuita y obligatoria», sentenció.
Las limitaciones han condicionado la educación
Ambos expertos concordaron en que las limitantes que afectan a los niños y jóvenes en cuanto a la educación en Honduras es el acceso al internet.
«La mayoría de las familias no tienen el dinero suficiente para comprar una recarga. La discusión espantosa en los hogares hondureños es: comprar recarga o la comida del día y lo que prima es el alimento», aseveró Esponda.
Asimismo, especificó que ahora las clases son remotas ya que trabajan mediante mensajes de texto y tareas. «Con unos buenos fondos, se pudo tener acceso a internet gratis, una plataforma virtual para interactuar y educar bajo esa modalidad«, lamentó.
También, el dirigente Cálix definió que los niños, jóvenes y docentes tienen serios problemas en estos momentos ya que no tienen conectividad.
Los efectos de las clases virtuales
Ambos dirigentes magisteriales expresaron que la educación bajo modalidad virtual genera estrés laboral para los docentes y los estudiantes.
Sin embargo, acotó que lo más preocupante en la nueva forma de dar clases es impacto negativo en la enseñanza de los menores.
Por otro lado, Cálix informó que a parte del estrés, el nivel de vida de los estudiantes ha cambiado ya que su hogar se ha convertido en patio de recreación, casa de habitación y centro educativo.
«Estar encerrados en las cuatro paredes de su casa, sin comer o dormir bien es algo que genera problemas en los niños. Además, muchos jóvenes han buscado trabajo como cobradores de bus o ayudantes de albañil para costear la recarga», manifestó.
Cifras alarmantes
Onán Cálix brindó a TIEMPO Digital las cifras que se manejan actualmente en el sistema educativo con los hondureños matriculados en este año escolar.
«De 1.5 millones que se matricularon en el sistema educativo, solo ha quedado 1.2 millones y se estima que para el 30 de noviembre de este año, quedaríamos con menos de 1 millón que niños que culminarían el año», sentenció Cálix.
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