HONDURAS. La carretera CA-4, que es la que conduce de San Pedro Sula hacia los departamentos del occidente del país, Santa Bárbara, Copán, Ocotepeque, Lempira e Intibucá, siempre ha tenido fama de estar en mal estado, pero luego de los huracanes Eta e Iota, transitar por allí se ha convertido en una completa odisea.
El deterioro de la carretera afecta a los empresarios del transporte público y de carga, pues sus unidades sufren averías constantemente, también provoca que el número de accidentes viales incremente, pero un rubro económico que está siendo especialmente golpeado desde hace muchos años es el turismo.
Y es que, según Carlos Handal, presidente de la Cámara Nacional de Turismo de
Honduras (CANATURH) en Copán Ruinas, la pésima condición de la CA-4 es un factor que frena la afluencia de potenciales turistas.
«Sí ha bajado el número de turistas. Las carreteras son importantes para el desarrollo de cualquier ciudad. A Copán un turista puede venir a disfrutar de un patrimonio cultural, mariposario, canopy o aguas termales. Una buena carretera acortaría los viajes, pero como está ahora, hablamos de casi cuatro horas desde San Pedro Sula a Copán. Con la carretera deteriorada es difícil que las personas tomen la decisión de venir«, comentó Handal a Diario Tiempo. «Con una carretera en buenas condiciones podríamos incrementar entre 20 % y 25 % las visitas anuales», agregó.
Por otro lado, hizo énfasis en que por la pandemia del COVID-19 Copán Ruinas hizo grandes inversiones para implementar medidas de bioseguridad, pero por la poca cantidad de personas que visitan dicho departamento, más bien han habido pérdidas.
«El sector turístico de Copán ha hecho grandes inversiones en medidas de bioseguridad. Se capacitó a los prestadores de servicios turísticos en bioseguridad y entregan ‘kits’ a las personas. Los hoteles y restaurantes también invirtieron, pero lamentamos que sigan habiendo obstáculos», agregó.
Carretera en mal estado… y los salvadoreños ya vienen
En El Salvador están a punto de dar inicio las vacaciones anuales del mes de agosto y cientos de ciudadanos del país vecino ingresan a Honduras por los departamentos del occidente (ya se han accidentado), pero el mal estado de la CA-4 mengua un poco el provecho que el sector turismo puede sacar.
El viceministro de Turismo, Selvin Barralaga, dijo este día que unos 12 mil turistas salvadoreños llegarán al país a disfrutar sus acostumbradas vacaciones.
Eso significa una entrada de divisas que representará un alineamiento económico para el sector de la micro, mediana y pequeñas empresas. De esa forma, las empresas buscan cómo contrarrestar los efectos de la pandemia y las tormentas tropicales que llegaron a Honduras el año pasado.
Barralaga dijo que «esta es una temporada importante para nosotros. Miles de salvadoreños vienen a nuestro país a hacer turismo en las Ruinas de Copán, Roatán e Islas de la Bahía».
Avance lento en la reparación
Movilizarse desde San Pedro Sula hasta el occidente del país es una completa odisea. Hay quienes dicen que una simple viaje hasta Cofradía, que podría hacerse en unos 45 minutos, termina siendo de hasta dos horas.
Otros ciudadanos han denunciado a través de Diario Tiempo que se han salvado de sufrir accidentes de tránsito cuando tratan de esquivar un agujero en la carretera. De la misma manera, hay hondureños que afirman haber viajado una tan sola vez a Santa Bárbara o Copán en su automóvil turismo y vuelven a la ciudad industrial con sus amortiguadores dañados, puntas y flechas quebradas. Por si fuese poco, el consumo de combustible se vuelve excesivo por las largas filas de autos que con frecuencia se encuentran.
El bacheo entre La Entrada, Copán, y San Pedro Sula ha avanzado por tramos en La Ceibita, Naco y Cofradía. Pero la peor parte está desde Sula hasta llegar a la tierra de los mayas, según ciudadanos.
La parte que conecta a Honduras con El Salvador, la aduana de El Poy, está prácticamente
intransitable por varias fallas geológicas. Quienes viajan desde Guatemala por la frontera con Agua Caliente reportan la misma situación.
Diario Tiempo hizo un recorrido desde San Pedro Sula hasta La Entrada, Copán, para evidenciar la problemática. Durante el trayecto se pudo apreciar deslizamientos de tierra, tramos carreteros que se cayeron al vació y decenas de kilómetros de pavimento con agujeros.
Llamado al Gobierno
Por lo anteriormente dicho, Handal hizo una solicitud al Gobierno central, y es que «ponga todos sus oficios para reparar la carretera, porque con Eta e Iota sufrió todavía más daños. Construir de nuevo la carretera sería lo mejor, pero por lo menos un programa de mantenimiento y mejoramiento de la red vial, con un presupuesto establecido cada año».
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