REDACCIÓN. La empresa californiana Hound Labs perfeccionó un dispositivo detector de marihuana para poder encontrar a los llamados superpropagadores del coronavirus.
El dispositivo es parecido a un alcoholímetro. Y fue desarrollado originalmente para encontrar moléculas de THC (el químico psicoactivo del cannabis). Ahora será capaz de identificar el nuevo coronavirus en el aliento de los pacientes.
«Estaba familiarizado con esta tecnología, por supuesto, y se me ocurrió que realmente deberíamos poder detectar el COVID-19», declaró a Reuters Mike Lynn, director ejecutivo de Hound Labs.
La compañía probó el dispositivo en 30 personas a los que se le había confirmado la enfermedad mediante hisopos nasales. Y éste fue capaz de localizar el virus en el aliento de aproximadamente una cuarta parte de los sujetos investigados.
«Esto es absolutamente coherente con lo que sabemos sobre los superpropagadores, donde aproximadamente el 20 % de las personas con COVID-19 pueden contagiarlo muy, muy ampliamente a decenas de personas, mientras que el otro 80 % realmente no lo contagia en absoluto o lo propaga muy mínimamente», explicó el ejecutivo.
Por otra parte, Lynn advirtió que se necesitan más investigaciones y ensayos clínicos en mayor escala, antes de confirmar la relación entre las personas con virus detectables en el aliento y los superpropagadores.
Voluntarios abandonan ensayo
Para brindarle más noticias relacionadas con el COVID-19, le damos a conocer lo siguiente. Un número indeterminado de voluntarios han abandonado el ensayo de la vacuna contra el COVID-19 de la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson. Eso en España.
Eso tras revelarse que un participante del ensayo de AstraZeneca tuvo efectos secundarios, señaló este martes a Reuters el investigador principal del programa en el país ibérico, Alberto Borobia.
«Muchos han llamado para preguntarnos más detalles sobre el riesgo de la vacuna, si lo que pasó con esa vacuna tuvo algo que ver con la que estamos estudiando, ese tipo de preguntas», dijo Borobia a la agencia británica.
El científico no detalló cuántas personas se retiraron de las pruebas. Pero, aseguró que todavía hay suficientes voluntarios de reserva para que continúen con normalidad los ensayos. Lo anterior, para desarrollar un fármaco contra la nueva enfermedad. Cabe mencionar que ya ha dejado más de 935.000 muertes. Y aproximadamente ya hay unos 29,5 millones de infectados en todo el mundo.
Fuente: RT
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