TEGUCIGALPA, HONDURAS. Día a día cientos de hondureños se levantan listos para enfrentar una batalla, una que ocurre dentro de sus cuerpos. Es el caso de Alma Valle, una hondureña a la que la falta de medicamentos en los centros asistenciales obligó a pedir ayudas.
Valle fue diagnosticada con cáncer y asiste al Hospital San Felipe en busca de los tratamientos que la ayudarán contra su padecimiento. Sin embargo, el desabastecimiento se convierte en un golpe igual de fuerte que su enfermedad.
«Los medicamentos de las quimios yo los estoy comprando todos. Siempre me toca comprarlos», describió con tristeza en sus ojos la mujer que se paraba frente a la ventanilla de atención.
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Doña Alma manifestó que cada 21 días compra aproximadamente 8 medicamentos más inyecciones, las cuales son complementarias a su tratamiento. El precio de su compra oscila entre los 2,500 lempiras mensuales.
No obstante, la falta de empleo se vuelve un factor decisivo para la recaudación de estos fondos, ya que no cuenta con un trabajo. Ante esta situación, la hondureña ha optado por pedir ayudas.
«Pidiendo, yo voy a las casas que tienen y les enseño mis exámenes. Tengo dos años de estar con esto, me operaron de cáncer de mama«, contó entre lágrimas.
No hay medicamento
Con su voz entrecortada, doña Alma relató que desde hace un tiempo no está disponible uno de los medicamentos que necesita para el tratamiento de su enfermedad.
«Aquí no hay medicamento. Yo no los culpo a ellos, eso es el ministro de Salud que tiene que ver eso. Yo me fijo en las entrevistas que le hacen que él, que dice que todos los hospitales están cubiertos y eso es una mentira», declaró.
De igual manera, la hondureña compartió que un día después de su tratamiento de quimioterapia, mientras otros se recuperan, ella comienza a buscar los medios para recolectar el dinero para la siguiente.
«Tengo que empezar desde hoy, para ver quién dona. Unos me dan cien, otros doscientos y así. Con uno de pobre hacen lo que quieren», detalló.
Asimismo, doña Alma indicó que en algunas ocasiones ha tenido que renunciar a sus alimentos con tal de poder ajustar el precio de su tratamiento.
«A veces ni para la comida tengo, con tal de ajustar los medicamentos, porque yo sana aunque sea a barrer calles me pongo y gano mi comida», expresó.
En este sentido, la compatriota manifestó que la necesidad la obligó a «perder la vergüenza» y pedir para sus fármacos.
«Yo nunca en mi vida había pedido, se lo digo de corazón. Desde chiquita he trabajado, pero ahora sí he perdido la vergüenza de pedir», describió con pesar.
Desabastecimiento en Honduras
Hace una semana, la presidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), Helga Codina, denunció que el desabastecimiento de medicamentos en el país supera el 50 % a nivel nacional.
“Recibimos la denuncia de todos los médicos de los puntos cardinales sobre la gran escasez de medicamentos e insumos con los que están trabajando en pacientes hospitalizados, el desabastecimiento que mencionan es superior al 50 %”, declaró.
De igual manera, la galena manifestó que existe un aprovechamiento de las droguerías para la venta de estos medicamentos.
“Hay un aprovechamiento exagerado por parte de las farmacias y de la forma privada de la venta de los medicamentos”, denunció.
Asimismo, Codina manifestó que los procesos de licitación para la obtención de los medicamentos pueden tardar hasta cuatro meses. Del mismo modo, lamentó que no se estipulara una solución temprana a esta problemática.
Diario Tiempo se comunicó con el médico y diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH), Carlos Umaña, quien reveló que el desabastecimiento alcanza el 60 % en todo el país.
De igual manera, el galeno indicó que las principales aéreas que se están viendo afectadas por esta condición son las de enfermedades crónicas, cáncer y los padecimientos inmunológicas.
Escenario caótico para los pacientes
Umaña indicó que si la situación se prolonga, la principal consecuencia la sufrirían los hondureños que tienen estas condiciones médicas.
«Los pacientes se van a descompensar y van a tener complicaciones. Pueden terminar en insuficiencia renal, en un derrame, en un accidente cerebrovascular, entre otras», detalló.
Fideicomiso
En el mes de mayo, el ministro de Salud, José Manuel Matheu, manifestó que estaba en contra de la eliminación del fideicomiso con el que contaba esta institución para la compra de medicamentos.
“En Consejo de Ministros, yo, José Manuel Matheu, voto en contra de eliminar el fideicomiso, pero el Consejo de Ministros decidió eliminar el fideicomiso por lo onerosos que son para el Estado”, afirmó Matheu.
Ante esto, Umaña indicó que esta decisión afectó la compra de estos medicamentos, por lo tanto, ha agravado el desabastecimiento.
«Eliminaron el fideicomiso de compra de medicamentos. Está bien que lo eliminen, pero tuvieron que haberlo hecho traslapado, hubieran dejado que el fideicomiso comprara los medicamentos de este año, que ya estaban casi listos, y eliminarlo para el próximo», explicó el galeno.
De igual manera, el parlamentario PSH explicó que mediante el mecanismo de compras directas, la adquisición toma más tiempo.
«Lo eliminaron de un solo y quedaron a expensas de hacer las compras locales. Ese es otro mecanismo y lleva tiempo», aseguró Umaña.
Plan de contingencia
Asimismo, el medico hondureño lamentó que las autoridades de la Secretaría de Salud (SESAL) no tuvieran un plan de contingencia ante este escenario.
Umaña le manifestó a Diario Tiempo que en la próximas semanas la situación en los centros asistenciales va a mejorar, debido a que los fármacos comenzarán a llegar.
Sin embargo, si esto no ocurre el panorama se volverá crítico para los pacientes de estas enfermedades.
«La buena noticia es que el sistema ya va a comenzar a ser abastecido. Yo calculo que ya para finales de la primera semana del mes agosto. Pero ahorita tenemos reservas, si mucho, para quince días», detalló
La historia de Alma se repite en cientos de hondureños que diariamente asisten a los hospitales públicos del país con la esperanza de regresar a sus hogares con sus medicamentos. Sin embargo, retornan con sus manos vacías, una receta firmada y con la ilusión de sobrevivir un día más.
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