TEGUCIGALPA, HONDURAS. El pasado 23 de diciembre, Justin Fernando Nájera de 6 años de edad, sufrió un accidente. Desde ese momento, su familia ha vivido una odisea, no solo por las complicaciones en la salud del menor, sino, por la negligencia médica y la lucha por ser atendidos en una institución estatal, según lo relatan.
Una fuga de gas en un restaurante propiedad de la madre del menor, propició una explosión. Justin resultó con quemaduras de tercer grado en el 70 % de su cuerpo. A raíz de ello, ha sufrido 14 paros cardíacos.
«No era necesario el traslado»
Según el relato de un familiar a Diario TIEMPO Digital, fue llevado de emergencia a un hospital privado de Comayagua. Allí les mencionaron que el daño era menor y en siete días estaría sin problemas. Por lo cual, no era necesario llevarlo a otro centro médico, pues sus quemaduras eran «de primer grado«.
«El doctor nos dijo que no, que no era necesario moverlo, que era más complicado llevarlo, que la gravedad que el niño tenía, que lo moviéramos hasta el siguiente día»
Sin embargo, notaban que el niño no estaba bien y no confiaron en lo que el doctor decía; empero, decidieron buscar ayuda con el personal del hospital de la Fundación Hondureña para el Niño Quemado (Fundaniquem).
De acuerdo a la versión del denunciante, al día siguiente que tomaron la decisión de trasladar al menor, el estado de salud ya había empeorado. «Si el doctor no nos hubiera dicho de que no lo moviéramos ese día, el niño no estaría en la gravedad que está», lamentó.
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«Negligencia médica»
«Cuando traíamos al niño en la ambulancia para Fundaniquem, se venía prácticamente muriendo, porque venía hinchado, le tuvieron que abrir sus manitos y sus piernas porque no fue atendido como debía», aseveró.
«Nosotros pagamos 46 mil lempiras en el Hospital del Valle en Comayagua y el niño pasó toda esa noche sin los cuidados necesarios, por eso se inflamó, casi muerto lo trasladamos y el doctor decía que estaba bien», detalló.
«Negativa en la Cruz Roja Hondureña»
El caso del menor ha sido viralizado en redes sociales, pues la familia Nájera lanzó una campaña virtual con el fin de solicitar donantes de sangre, ya que a diario se necesitan ocho pintas.
Sin embargo, denunciaron que en la Cruz Roja Hondureña ubicada en Plaza la Granja en Tegucigalpa, pese a que han encontrado varios voluntarios, en la entidad no los atienden y los regresan.
«No hay cupos para sacarles la sangre, los han regresado, no aceptan los donantes. La primera vez que donaron, el doctor de Fundaniquem tuvo prácticamente que rogar para que nos atendieran».
«La gente me llama y me escribe que les dicen que no hay cupo y son voluntarios, apartan tiempo para ir, obviamente no van a volver. A nosotros nos urge, son ocho pintas diarias las que ocupamos. Dicen que hay otra persona que ocupa 100 pintas y que por eso no nos pueden atender, pero nosotros necesitamos», contó.
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