TEGUCIGALPA, HONDURAS. Las autoridades del Instituto Nacional Para la Atención a Menores Infractores (INAMI) aseguraron que la condición en esos centros es distinta a la que plantean expertos en el sistema carcelario, quienes estiman que pronto podrían presentarse reyertas e intentos de fuga.
De acuerdo con Felipe Morales, director ejecutivo del INAMI, la institución comenzó con un modelo de atención como lo establece el Código de la Niñez. Asimismo, expresó que a la fecha hay 238 menores privados de libertad y 1,300 con medidas sustitutivas.
«En estos centros se han establecido dos programas: uno de salud, donde hay médicos y enfermeras permanentemente. También, hay un programa de educación formal (primaria y secundaria) e informal (cursos de carpintería, soldadura, arte y deporte)», especificó.
Por otro lado, mencionó que en el centro de San Pedro Sula arreglaron las instalaciones y en ese lugar solamente hay jóvenes de 18 años.
No obstante, el director aseveró que el centro de reclusión de menores en la capital sí tiene algunas dificultades en la infraestructura.
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«No estamos exentos de los motines»
Morales precisó a TIEMPO Digital que, como centro de atención a menores de edad, no están exentos de tener una reyerta o algo similar.
«Hay una posibilidad porque los jóvenes que llegan a los centros son muchachos que vienen de ambientes fuertes, la mayoría de maras y pandillas«, subrayó. El director del INAMI mencionó que cuando hay casos complicados, valoran con jueces fiscales cada uno.
«Si hay una posibilidad, se suspende la privación de libertad o si es susceptible del cambio de una medida que permita que quede libre y esté vigilado, según indica el Código de la Niñez», sentenció Morales.
Nahum Morales, miembro de la organización «Orphan Helpers«, apoya la opinión del director del INAMI.
«Yo creo que cuando los menores están ocupados en clases, recibiendo taller o cualquier cosa, es más difícil pensar que alguna situación de este tipo puede ocurrir», explicó Morales.
«No es un parque de diversiones, pero se les provee todo»
Por otro lado, el integrante de Orphan Helpers confirmó que desde que el INAMI se encarga de administrar estos centros, el panorama ha mejorado.
Igualmente, aseguró que la organización cristiana desarrolla valores, principios y demás habilidades y conviven a diario con los jóvenes en los centros de reclusión.
«Hay que entender que estos muchachos están en un proceso de protección del Estado donde se les hace valer sus derechos y se forman», opinó.
Sostuvo que las condiciones han mejorado y no cree conveniente hacer una comparación con las cárceles de adultos.
«Nosotros como organización no tenemos experiencia en eso, pero los reos ya son adultos. La situación es muy distinta ya que menores son instrumentalizados y hay una posibilidad de reinsertarlos a la sociedad«, puntualizó.
Por último, añadió que en el centro se controlan a los jóvenes ya que reciben clases presenciales y se les educa como debe ser.
«Esa es una ventaja ya que adentro, ellos están controlados por los médicos y reciben la educación. Además, este es un proceso de recuperación y se trata de curar con el tiempo», concluyó.
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