Redacción. El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) advirtió sobre los riesgos que enfrentan las defensoras de la tierra, el territorio y el medio ambiente en Honduras, a la vez que recomendó al Estado respetar y reconocer la labor que realizan las mujeres defensoras de los DDHH.
El informe del Proyecto ProDefensoras Honduras, realizado con el propósito de visibilizar los riesgos individuales y colectivos para las mujeres defensoras, revela los peligros que enfrentan por realizar esa labor humanitaria.
La titular del CONADEH, Blanca Izaguirre, expresó que la situación de riesgo para las defensoras de la tierra, territorio y medio ambiente se profundiza dado que enfrentan un triple riesgo, por ser mujeres, rurales y étnicas.
Además, porque se exacerban los riesgos de criminalización, discriminación, estigmatización y militarización de sus territorios. Esto con el fin de silenciar su oposición o sus reclamos.
Del mismo modo, agregó que quienes agreden y violentan sus derechos operan tanto en el ámbito público como en el privado. También, incluye a integrantes de las fuerzas de seguridad y gobiernos locales. Igualmente a familiares, parejas, exparejas e incluso defensores que no las reconocen como iguales y las desacreditan.
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Impunidad
Asimismo, indicó que la impunidad generalizada y la falta de datos precisos son dos desafíos significativos en el abordaje de la violencia contra las mujeres y las defensoras de derechos humanos en Honduras.
“La impunidad perpetúa la violencia contra ellas al no proporcionar consecuencias legales significativas a los agresores”, precisó Izaguirre.
Sin embargo, ante la falta de respuesta del Estado, las defensoras de los derechos humanos continúan demostrando una gran capacidad de resistencia.
La directora del CONADEH explicó que es en ese contexto adverso que las mujeres activan sus habilidades y capacidades para enfrentar desafíos, apoyarse mutuamente y exigir justicia para aquellas que no pueden hacerlo.
Muchas defensoras de los DDHH han muerto violentamente, otras son objeto de amenazas, persecución, intimidación, judicialización, atentados, detenciones, hostigamiento, agresiones físicas, represión y difamación, enumeró Izaguirre.
Datos alarmantes
Según el informe del Proyecto ProDefensoras Honduras, 209 personas defensoras de DDHH en Honduras fueron agredidas en el 2021. De este número 67 son mujeres.
Un año después, 191 personas que se dedican a la defensa de los derechos humanos reportaron ser agredidas, de las cuales 50 son mujeres defensoras.
Agresores
Informes de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos (RNDDH) revelan que los años 2016 y 2017 han sido los períodos más violentos para las defensoras. En esos años se reportaron mil 230 agresiones y 5 femicidios.
La policía fue identificada por las defensoras de derechos humanos como uno de los principales agresores.
Un informe estima que cuatro de cada 10 denuncias que presentan las mujeres defensoras de derechos humanos, establecen que fueron agresiones directas de la policía. En ocasiones de manera conjunta con miembros del ejército.
Consideran que los procesos de militarización que ocurren en sus territorios no las hacen sentir más seguras.
La investigación añade que la sensación de riesgo que manejan las defensoras de DDHH es permanente ya que se ven inmersas en una continua violencia.
Un gran porcentaje de los agresores no son conocidos dado que utilizan el anonimato, la virtualidad, la oscuridad y otras formas de guardar su identidad.
Riesgos
Los riesgos que asumen las mujeres defensoras de derechos humanos cuando efectúan su labor se extiende. Pues esta situación no solo les afecta a ellas sino que a sus seres más cercanos, especialmente a sus hijos(as).
Por su parte, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) considera que Honduras es uno de los países más peligrosos en el mundo para la defensa de los derechos humanos.
Las cifras que maneja el CONADEH secundan esta aseveración. Según el ente, entre el 2021 y lo que va del 2023, alrededor de medio centenar de defensores de DDHH han muerto violentamente, la mayoría de ellos dedicados a la defensa de la tierra, los territorios, las personas LGTBI, así como defensores del ambiente.
Durante este periodo, 12 de los 18 departamentos del país fueron escenario de la muerte de defensores. El departamento de Colón registra el 35% de los casos.
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