Redacción. Los ‘deepfakes’ representan una amenaza creciente en el mundo digital. Estos archivos, manipulados mediante la inteligencia artificial (IA), tienen el poder de engañar a las personas al presentar videos, imágenes o sonidos falsos que pueden parecer auténticos.
Los ciberdelincuentes aprovechan la sofisticación de esta tecnología para llevar a cabo ataques cada vez más elaborados.
Estos mecanismos pueden reemplazar desde los rostros de las personas hasta sus propias voces, lo que contribuye así a un contenido engañoso y que en muchas ocasiones es muy difícil de distinguir si es o no verdadero.
Manipulación digital
El término ‘deep’ proviene de ‘aprendizaje profundo’ y se combina con ‘fake’, que significa ‘falso’. Por lo tanto, ‘deepfakes’ se refiere al uso de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para crear archivos que aparentan ser genuinos, pero que, en realidad, son engañosos.
La asombrosa capacidad de estos programas informáticos para lograr una apariencia realista se basa en su comprensión de los patrones cognitivos humanos, lo que los hace extremadamente engañosos.
Los ciberdelincuentes aprovechan esta amenaza para secuestrar información y obtener acceso a datos confidenciales. También la utilizan para generar ataques de desinformación, lo que puede resultar en la propagación de noticias falsas, la influencia en las decisiones o incluso la desestabilización de relaciones, causando malestar e incertidumbre en la sociedad.
Características
Carlos Jaureche, Gerente Comercial de INSSIDE Ciberseguridad, comenta: ‘Si bien los deepfakes existen desde hace más de 30 años, han aumentado exponencialmente en los últimos 5. Estos se consideran una evolución de las fake news que buscan la difusión de los archivos y manipular a las masas’. La amenaza presenta un desafío cada vez mayor para los usuarios de la tecnología y las comunicaciones modernas.
En respuesta a esta amenaza, entre 2021 y 2022, las agencias gubernamentales de EE. UU. colaboraron para establecer un conjunto de mejores prácticas destinadas a la preparación y respuesta a los deepfakes. Estos se han convertido en una constante amenaza no solo para la seguridad nacional, sino también para la sociedad y el sistema político y financiero.
¿Cómo podemos detectar un Deepfake? Aquí hay algunos detalles clave a considerar:
- Duración del video: La mayoría de los deepfakes son videos cortos, ya que crearlos lleva tiempo.
- Errores visuales: Existen pequeñas diferencias entre los archivos reales y los falsos, como expresiones faciales o movimientos poco naturales.
- Análisis facial: Observar detenidamente la boca, los ojos y la forma de hablar puede ayudar a detectar diferencias en los deepfakes.
- Sincronización de audio y video: Los deepfakes a menudo no sincronizan adecuadamente el sonido con la imagen.
- Sombras e iluminación: Los deepfakes pueden mostrar diferencias en la iluminación y las sombras en comparación con las grabaciones reales.
Fuente: Prensario Hub
