TEGUCIGALPA. El 2020 ha sido un año marcado por una pandemia originada en China, precisamente en la ciudad de Wuhan, debido a un virus que se fue expandiendo de forma rápida en el mundo, y Honduras no fue la excepción: el 11 de marzo se reportaron los dos primeros casos de COVID-19 en el país.
Los casos de coronavirus siguieron en aumento y tres días después la cifra de infectados ascendió a seis. Para el 19 de marzo, ya sumaban 24 casos de COVID-19.
Ante la llegada de la pandemia, el Gobierno de Honduras anunciaba con bombos y platillos la compra de siete hospitales móviles para la atención de pacientes que fueran diagnosticados con el mortal virus.
El ente designado para la compra de estos fue Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H), quien de «buena fe», como argumentó su director, Marco Bobrán, pagó más de $47 millones a Elmed Medical Systems, del guatemalteco Axel López.
Cabe mencionar que en ese momento se anunció que los módulos hospitalarios estarían instalados en junio; sin embargo, han transcurrido nueve meses desde la compra de los mismos y solo dos se encuentran instalados, pero solo uno se encuentra funcionando, precisamente el de San Pedro Sula, el de Tegucigalpa, aún está inactivo.
Con la compra de los hospitales móviles, también llegaron varias excusas por parte de INVEST-H, que en ese momento era dirigido por Marco Bográn. Él renunció luego de los múltiples señalamientos hechos por parte de varias entidades de sociedad civil.
Tal es el caso del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), que en uno de sus informes reveló que los hospitales móviles tuvieron una valoración de un 69%.
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Llegada de los hospitales móviles
Los casos de COVID-19 seguían en aumento, los hospitales se encontraban desbordados de pacientes que clamaban por asistencia médica. Incluso, algunos tuvieron que ser atendidos en carpas, en condiciones inhumanas ante la ausencia de espacio.
La llegada de los hospitales se prolongaría hasta julio, un mes más tarde en que los siete hospitales modulares debían de estar instalados. Fue el 9 de julio que llegaron a Puerto Cortés solamente dos de los siete recintos. Pero, para colmo, se le sumaron más inconvenientes y nuevos hallazgos de un nuevo fraude en el sistema de salud de Honduras.
Transcurrieron más de tres meses y los hospitales móviles no entraban en funcionamiento a pesar que se dijo que estos podrían estar instalados en un periodo de 15 días.
Cabe mencionar que ante a renuncia de Bográn y posterior dimisión de Evelin Bautista al frente de la cuestionada INVEST-H, el Gobierno de Honduras decidió nombrar una junta interventora para poder agilizar la llegada e instalación de los hospitales móviles.
No obstante, con el nombramiento de tres interventores llegaron más problemas, decenas de comunicados y nada de respuesta. A lo anterior, se le unió las decenas de informes y señalamientos que los varias organizaciones de sociedad civil seguían presentando en relación a la compra de los hospitales móviles y demás compras hechas en el marco de la pandemia del COVID-19.
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Hospitales móviles de Copán y Choluteca
El 11 de octubre, dos hospitales más se sumaban a los dos que ya habían llegado el pasado 9 de julio a Honduras. Los hospitales móviles que serían instalados en las ciudades de Choluteca y Santa Rosa de Copán. Estos, al igual que los primeros dos, llegaron desde Ankara, Turquía.
También venían con algunos daños, según lo constatado por el Ministerio Público (MP), ente que ha manifestado que ya hay varias líneas de investigación en relación a la compra de los siete hospitales móviles.
Así como pasó con el de Tegucigalpa, estos dos siguen sin entrar en funcionamiento, incluso, aún no han sido instalados. A noviembre del año en curso ya eran 8 meses de la compra de los hospitales móviles. Se cumplían cinco en que los siete tendrían que estar prestando la función para la cual fueron comprados a más de $47 millones.
Ese mismo mes, específicamente el día 20, los tres hospitales modulares arribaban a Puerto Cortés. Sin embargo, la llegada de estos fue opacada debido a los huracanes Eta e Iota, que impactaron al país dejando miles de pérdidas y damnificados.
Sin embargo, estos hospitales modulares siguen sin entrar n funcionamiento, al igual que los seis restantes. En ese sentido, son los hospitales móviles de Copán, Choluteca, La Ceiba, Danlí y Juticalpa los que aún no han sido instalados. Mientras que el de Tegucigalpa, ya se instaló, pero no ha entrado en funcionamiento.
Hospitales al 100% hasta en 2021
Sobre la entrada en funcionamiento de los hospitales móviles de Copán y Choluteca, Gustavo Boquín, miembro de la junta interventora de INVEST-H aseguró que en diciembre estarían en funcionamiento.
Entre tanto, informó que los otros tres restantes que llegaron en noviembre a Puerto Cortés entren en funcionamiento en febrero del 2021; lo que significaría que 11 meses después de la compra entrarían en funcionamiento.
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