TEGUCIGALPA, HONDURAS. Para evitar un apagón a nivel nacional, las autoridades de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), ejecutaron descargas de agua de la Represa hidroeléctrica Francisco Morazán, mejor conocida como «El Cajón», pero ¿cómo llevan a cabo ese proceso? El gerente de la estatal eléctrica, Erick Tejada, lo explicó.
De acuerdo con Tejada, es vital realizar descargas en «El Cajón», ante la llegada de la tormenta tropical «Julia».
Ese fenómeno meteorológico dejará acumulados de más de 200 milímetros en el territorio nacional, según los expertos. Eso provocará inundaciones repentinas y deslizamientos, por lo que las autoridades emitieron alerta amarilla en todo el país.
En ese sentido, el funcionario explicó que con las precipitaciones que se registraron en los últimos días y el agua que llegó al embalse, El Cajón alcanzó un nivel de 282 metros sobre el nivel del mar, tomando en cuenta que el nivel óptimo de operación de la represa es de 285 msn, un nivel que se puede sobrepasar hasta 288.5 con la entrada del ciclón.
Tejada indicó que aún queda mucho tramo por recorrer de la temporada lluviosa que puede finalizar hasta mediados de noviembre.
Asimismo, expuso que, según los datos históricos que se tienen en toda la temporada, el nivel del embalse, inevitablemente, va a tener que llegar en su momento entre 290 y 293 metros sobre el nivel mal.
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Harán descargas inferiores
Ante esa situación, disertó que cuando «El Cajón» llega a 290, la central hidroeléctrica se apaga y se produce un apagón nacional, por lo que se deben realizar descargas de fondo y de alivio y eso produce caudales de hasta 950 metros cúbicos por segundos y son, esos caudales, los que podrían tener un impacto mayor sobre el afluente del río Ulúa y por ende en las inundaciones.
Se denomina descarga de fondo a una estructura hidráulica, asociada a las presas hidráulicas. Su función puede ser:
- Garantizar el caudal ecológico inmediatamente aguas abajo de una represa
- Permitir el vaciado del embalse para efectuar operaciones de mantenimiento en la presa;
- Reducir el volumen de material sólido depositado en proximidad de la presa.
Dado que el agua sale de la presa con una presión considerable, si el chorro no es controlado adecuadamente, puede provocar erosiones localizadas peligrosas para la estabilidad de la presa misma. Por ese motivo, las descargas de fondo siempre están equipadas con disipadores de energía.
Caudales arriba de los 900 metros cúbicos
«Generalmente cuando se han hecho descargas, el Valle de Sula ya está inundado, por lo que, lo que hacemos es tomar una medida preventiva para evitar que el fenómeno cuando esté en su mayor punto, se tengan que hacer descargas a caudales por encima de los 900 metros cúbicos por segundo, lo que provocaría un impacto más profundo sobre la inundación en el Valle de Sula», exteriorizó.
De esa forma, aseguró que ellos, como ENEE, llevarán a cabo descargas preventivas, controladas a caudales inferiores a 500 metros cúbicos por segundo, con lo que evitarán un impacto significativo en los ríos.
«Está dentro de los márgenes de seguridad, por ende no ocasionará problemas mayores. Eso le permitirá al embalse poder atravesar toda la temporada lluviosa y sin necesidad de hacer más descargas. Son descargas preventivas y controladas para preservar la vida y los bienes de las personas del Valle de Sula», concluyó el titular de la ENEE.
Descargas controladas
Uno de los objetivos principales de la represa Francisco Morazán es el control de inundaciones debido a su importante capacidad de contener agua para generación de energía hidroeléctrica.
Las descargas se basan en abrir la cortina del embalse desde donde una enorme cascada de agua comienza a caer al río Comayagua.
Las descargas se realizan de manera controlada y con supervisión en lugares estratégicos, para evitar que el aumento del caudal provoque daños en las zonas aledañas.
El monitoreo se hace a la altura del puente Santa Rita sobre el río Humuya, en el puente Pimienta y Santiago sobre el río Ulúa. También afecta el río Chamelecón que afecta las zonas bajas.
El principal afluente de El Cajón es el río Humuya, que después del embalse se conoce como el río Ulúa, según las autoridades.
Ligereza
De acuerdo con el presidente del Sindicato de la ENEE, Miguel Aguilar, es una ligereza la que cometen las autoridades al descargar El Cajón cuando actualmente solo tiene 282 metros sobre el nivel del mar.
Aguilar dijo lo anterior en base a que Julia dejará menos agua que cuando Iota azotó el país, provocando que el embalse llegara hasta los 289 msnm.
«El Cajón es el héroe del Valle de Sula, esa represa tiene capacidad para soportar 302 msnm, aunque se llegue al nivel extremo de apagar la planta, pero lo que importa es sostener el agua porque es importante en la sostenibilidad del sistema», asevero.
Según Aguilar las descargas en «El Cajón también afectan las bananeras, comunidades bajas y producciones agrícolas.
«El argumento de la ENEE es que habrá mayor cantidad de agua con las lluvias y que necesitan descargar un poco para almacenarla, pero nosotros creemos que hay suficiente tiempo, se puede sobrepasar los 285 msnm y hacer las evaluaciones correspondientes porque el manual lo permite», sostuvo el dirigente sindical.
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