REDACCIÓN. El cansancio es algo normal en nuestra vida, pues todos, en algún momento hemos experimentado la sensación de no poder más; una somnolencia fuera de la normal e incluso sentirnos incapaces de llevar a cabo nuestras actividades diarias por culpa de la fatiga.
Sin embargo, cuando este agotamiento se transforma en fatiga, es decir, que nos impide llevar a cabo nuestras tareas diarias, sin una causa clara y se prolonga en el tiempo más de lo normal, podría ser síntoma de alguna enfermedad de mayor o menor gravedad.
Somnolencia, cansancio y fatiga, ¿en qué se diferencian?
Aunque se parecen mucho y podemos llegar a confundirlos, el cansancio, la fatiga y la somnolencia son cosas distintas. Esta última es la necesidad imperiosa de dormir, tanto que nos impide llevar a cabo algunas actividades.
El cansancio, por su parte, suele ser el fruto de un esfuerzo, ya sea físico o mental, de la falta de sueño. Puede acompañarse de somnolencia y mejora al dormir o descansar.
La fatiga, sin embargo, suele ir acompañada además de sensación de falta de energía y motivación (astenia), apatía y es más incapacitante. Si esta fatiga no mejora con el descanso y el sueño, no tiene una causa clara y se prolonga en el tiempo más allá de un mes podría ser de origen patológico; y sería conveniente acudir a que nos evaluara un médico de familia, sobre todo si va acompañada de otros síntomas como dolor de cabeza, aumento o pérdida de peso, hinchazón, visión borrosa, etc.
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Patologías más comunes detrás de la fatiga
Detrás de la fatiga prolongada puede haber alguna enfermedad o patología más o menos grave. Para averiguar la causa es probable que el médico le encargue un examen y, si lo considera oportuno, alguna prueba más para detectar problemas en corazón, hígado, riñón o tiroides. Estas son algunas de las patologías más comunes.
Anemia: Ya sea ferropénica (por falta de hierro) o la megaloblástica, que suele estar causada por falta de vitaminas B9 y B12, la fatiga es uno de los síntomas más frecuentes. Basta una analítica para localizar el problema.
Hipotiroidismo: Cuando la glándula tiroides está hipoactiva, es decir, que produce menos hormonas de las necesarias, el metabolismo se ralentiza, por eso, el primer síntoma suelen ser la fatiga y la apatía.
Depresión: Las personas con depresión o con predisposición a padecerla suelen tener más tendencia a padecer fatiga, a veces, hasta tal punto que les impide levar a cabo las tareas diarias. De hecho, la fatiga se presenta en el 90% de las personas que padecen un trastorno depresivo mayor. Tomar antidepresivos también puede ser una de las causas de esa fatiga.
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