TEGUCIGALPA. Cientos de catrachos afectados, sin hogar ni comida, varios muertos y pocas soluciones. Ese era el panorama que se vivía el 15 de noviembre del 2020, cuando el paso de Eta por Honduras había afectado las zonas más vulnerables de varios departamentos.
Entre tanto, las autoridades de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF.AA), oficializaron la información de que, hasta ese momento, habían hecho el hallazgo de 125 cadáveres de personas que perecieron a consecuencia de Eta.
Más de 47 mil personas habían sido auxiliadas, 28 mil 814 personas fueron evacuadas, había 86 mil 439 albergados y más de 18 mil habitantes habían sido rescatados en diferentes departamentos del país.
Por su parte, la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) informaba que hasta esa fecha se habían registrado más de 2 millones y medio de personas afectadas.
Con una nueva amenaza formándose en el Caribe, los hondureños comenzaban a perder la poca fe que les quedaba. Muchos tomaron precauciones antes de que el huracán Iota tocara territorio; sin embargo, aquellas personas que estaban refugiadas debajo de un plástico a la orilla de la carretera, no podían hacer mucho.
La Lima se convierte en una ciudad fantasma
En el Valle de Sula, las inundaciones provocadas por este temible huracán todavía no desaparecían. Eso se pudo percibir a través de unas fotografías divulgadas por medio de las redes sociales.
Las imágenes difundidas por el ministro de Gobernación, Leonel Ayala, eran la prueba gráfica de la situación precaria del Valle de Sula. Una de las zonas más afectadas era el municipio de La Lima, incluso, se le consideró como “la zona cero”.
El impacto fue tan fuerte que destruyó el Canal Maya, el cual era el único alivio para este municipio. Este proyecto facilita el flujo de los ríos, reduciendo el riesgo de las inundaciones en las zonas bajas del Valle de Sula.
De acuerdo con una de las residentes de La Lima, esta zona quedó devastada. “En cualquier calle hay una gran cantidad de basura, muros caídos, una destrucción total nunca antes vista”, dijo.
En ese momento, los pobladores de la Lima dejaron sus hogares por temor a Iota, y ante esto, la zona quedó prácticamente desolada.
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20 familias mueren en los campos bananeros
Entre tantas noticias poco positivas, un lamentable hecho trascendía ese día. Se reportó la muerte de 20 familias en Campos bananeros localizados en Yoro y Cortés.
La información fue difundida por los rescatistas, quienes dijeron que sentían malos olores en las zonas donde andaban dando auxilio. Uno del grupo contó que algunas personas se negaban a salir de lugares inundados debido a que habían sujetos hurtando.Además, el rescatista dijo que se podían calcular alrededor de 400 a 500 personas desaparecidas en ese lugar.
Por su parte, un médico entrevistado abajo del puente La Democracia, El Progreso, dijo que las personas que habían sido rescatadas en esa zona estaban presentando problemas de piel y respiratorios. También sufrían desnutrición, debido a que habían pasado varios días sin comer, debajo de la lluvia y del frío.
Sin embargo, hay quienes tienen la virtud de siempre ver el lado positivo de las cosas, tal es el caso de unos bomberos rescatistas que le «celebraron» el cumpleaños a una niña dentro de la lancha en la que la salvaron.
Según uno de los rescatistas, ellos se habían encontrado un paquete de globos, y sin saber que lo ocuparían, lo recogieron. «Hija, te dije que en tu cumpleaños te iba a traer en lancha, te lo cumplí», fueron las palabras de la madre de la menor. Así fue como esta pequeña niña fue rescatada en Cerrito Lindo el día de su cumpleaños.
Expertos advertían el catastrófico paso de Iota por Honduras
Mientras los hondureños asimilaban las destrucciones que Eta había dejado, un nuevo caos se acercaba. El 14 de noviembre, el Centro Nacional de Huracanes (CNH) emitió diversas alertas sobre la tormenta tropical Iota, que comenzó como una onda tropical en el mar Caribe.
Puerto Rico, Panamá y Colombia eran los tres países más afectados por Iota hasta el momento. La tormenta se ubicaba en el mar Caribe, al sur de la República Dominicana, a unos 1300 km al este del cabo de Gracias a Dios. Iota se desplazaba lentamente hacia el oeste con dirección hacia el norte de Honduras.
Las previsiones eran que el fenómeno tocaría el territorio nacional el 17 de noviembre. Horas más tarde, Iota cambió su trayectoria y ahora ingresaría a Honduras por el departamento de El Paraíso.
«La trayectoria de la tormenta Iota ha cambiado y todo indica que se puede convertir a huracán. Si este fenómeno entra como está proyectado, estaríamos enfrentando una situación sumamente crítica para nuestro territorio», informó SINAGER.
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Expertos advertían un escenario apocalíptico
Por su parte, los científicos Salvador Moncada y Marco Tulio Medina advertían que con la llegada de Iota se esperaba algo «apocalíptico«.
«Hay que actuar rápidamente, porque lo que se viene es apocalíptico, porque el país ha quedado con los graves daños que dejó Eta. Ahora le cae otra tormenta de las mismas proporciones», dijo Moncada.
El científico manifestó que Honduras tardaría años en recuperarse los estragos causados por los últimos fenómenos naturales.
Además, se esperaba un brote de las enfermedades gastrointestinales y bronco respiratorias. «Esto es un producto claro del cambio climático. Ya debe haber en el país un aumento de enfermedades gastrointestinales, bronco respiratorias, aumento del nivel de desnutrición e infecciones en la piel, porque esas son aguas contaminadas», lamentaba en ese momento.
Descargas en El Cajón
Ante la latente amenaza de que Iota golpearía Honduras, la comisión interventora de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) informó que iniciaría el proceso de descargas controladas de la represa de El Cajón.
Las descargas estaban programadas para las 8:30 de la mañana y se liberarían entre 300 a 500 metros cúbicos de agua por segundo.
Después de 10 años, comenzaron las descargas a las 9:30 de la mañana. Las zonas de riesgo empezaban en San Manuel Cortés, abarcando Villanueva, Potrerillos, Pimienta y se preveía que podía llegar hasta los Bajos de Choloma.
Según las autoridades, las descargas se realizarían por 48 horas y de forma controlada. Esto se hizo porque la cota máxima operativa de 285.00 msnm fue superada por el agua y esto podría causar una catástrofe.
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