El Real Madrid activó el cortafuegos con Cristiano Ronaldo con el comunicado de este jueves en que anunciaba acciones legales contra el periódico portugués ‘Correio da Manhã’.
Todo por la información que acusaba al club blanco de haber presionado al futbolista, en 2010, para que firmara un acuerdo privado con la modelo Kathryn Mayorga.
La magnitud de la noticia alcanzaba una nueva dimensión, «muy peligrosa y grave», como afirmaron alarmados a El Confidencial desde las oficinas del Bernabéu.
Florentino Pérez actuó de urgencia para poner la institución por encima de Ronaldo y lo hizo con la responsabilidad, pero con el dolor, de entender que el portugués atraviesa un momento delicado por este asunto, que empieza a dañar su imagen y reputación.
Al presidente blanco no le agrada la situación que atraviesa su exjugador.
El presidente del Real Madrid elogió públicamente ante los socios compromisarios en la última asamblea la figura del futbolista luso sin ponerle ningún ‘pero’ a su salida.
Un reconocimiento profesional que entiende que se debe separar de lo personal. «Cariño, precisamente, no le ha faltado», aseguran en el Madrid.
Pero «alguien vuelve a estar asesorando mal a Cristiano Ronaldo», piensan en el club. Porque no es normal —o extraña— querer filtrar que fue el Real Madrid quien obligó al futbolista a firmar ese acuerdo extrajudicial, que puede no tener ningún valor porque la demandante afirma que lo hizo anulada por estar traumatizada.
Acciones legales y golpe en la mesa
En el club blanco insisten que desconocían este episodio, que empezó el 13 de junio de 2009 cuando Cristiano invitó a Kathryn Mayorga a su suite del Hotel Palms de Las Vegas, donde tuvieron lugar presuntamente los hechos que la mujer denuncia como una violación.
Mayorga ya había puesto una denuncia en esas fechas, pero no llegó a dar el nombre de Cristiano a la policía y se limitó a definirlo como un atleta y un hombre famoso.
Una denuncia que retiró cuando en 2010 firmó el acuerdo privado por el que recibió una cantidad de 375.000 euros.