TEGUCIGALPA, HONDURAS. Para una mejor convivencia en el hogar, en medio del estrés y las malas noticias de la pandemia, psicólogo recomienda crear durante el confinamiento.
No hay duda que, como consecuencia de la emergencia sanitaria COVID-19, las dinámicas personales y familiares han cambiado. A muchas personas les ha tocado estar en su hogar compartiendo el mismo espacio todos los días.
Esa situación puede generar estrés y problemas al relacionarse en algunas familias. Por lo cual, Amílcar Valladares, docente de la Carrera Psicología, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), señaló:
«Sin duda alguna, es fundamental establecer roles y cumplirlos para tener una buena convivencia en el hogar». El experto recomienda que todos los miembros de la familia deben mantener su propio rol.
Explica que la mamá y el papá no son maestros; son mamá y papá. Ya que algunas veces cuando los niños están en clase desde casa, las madres asumen rol de maestras; es cuando comienzan a afectar la relación madre-hijo, porque empiezan a imponerse.
En estos casos, lo más adecuado es que pongan un horario de trabajo y que luego de largas jornadas de tareas, tanto el padre como los niños, tomen un descanso. Ademas dice que en el hogar se debe limitar el uso de la tecnología y reforzar la lectura y los juegos.
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«Tareas del hogar deberían distribuirse entre todos»
Sumado a los roles, los miembros de la familia deben realizar una programación de actividades como levantarse a una hora específica todos los días y descansar solo los domingos, tomar el desayuno en familia y verificar qué hará cada uno o en familia.
«Las tareas del hogar deberían distribuirse entre todos los miembros del hogar, no deben recaer en un sola persona. Todos pueden participar de las tareas de acuerdo a la edad que tengan y el que esté más cargado debe tener menos actividades dentro del hogar», explicó.
Para el caso, los niños menores no pueden realizar ciertas actividades. Pero entre los miembros más grandes pueden ponerse de acuerdo sobre quién saca la basura, quién va a preparar comida o quién hará las compras.
Todo esto a fin de que los roles sean compartidos y el estrés familiar sea menor.
Asimismo en relación a tener que dividir y compartir el tiempo para uso de la tecnología, «ya que en algunas familias solo hay una computadora. Entonces deben establecer un horario para prestársela, por ejemplos 45 minutos por miembro», puntualizó el psicólogo.
Agregó que se debe verificar quién tiene el mayor grado de emergencia en una determinada situación. Por ejemplo, priorizar si uno de los miembros deben de entregar teletrabajo o si los pequeños deben enviar sus tareas.
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