Redacción. Investigadores científicos de Irlanda realizaron un estudio e identificaron cómo y por qué algunos pacientes de COVID-19 pueden desarrollar coágulos de sangre, un avance que podría favorecer que se realicen terapias específicas para prevenirlos.
El trabajo fue dirigido por investigadores de la Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud RCSI en Dublín y se publicó en la revista especializada Journal of Thrombosis and Haemostasis. Se enfocó en las complicaciones del COVID-19 que suele afectar a los pulmones y las vías respiratorias.
Investigadores analizaron muestras de sangre
Investigaciones anteriores habían establecido que la coagulación de la sangre es una causa importante de muerte en pacientes con COVID-19. Dentro del grupo de los pacientes que requieren internación, el 5% desarrolla coágulos.
Si se tiene en cuenta solo a los pacientes con el coronavirus que necesitan atención en la unidad de cuidados intensivos del hospital, el riesgo de padecer un coágulo es aún mayor: va entre el 20% y 25%.
Asimismo, las personas con diabetes, presión arterial elevada o problemas cardíacos preexistentes tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones con coágulos si contraen el coronavirus.
Para entender por qué se producen esos coágulos, los investigadores analizaron muestras de sangre tomadas a pacientes con COVID-19 en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Beaumont de Dublín.
Molécula que provoca la coagulación
Además, descubrieron que el equilibrio entre una molécula que provoca la coagulación, llamada Factor de von Willebrand (VWF), y su regulador, llamado ADAMTS13, está gravemente alterado en los pacientes con COVID-19 grave.
En comparación con los grupos de control, la sangre de los pacientes con COVID-19 presentaba mayores niveles de las moléculas. Además, los investigadores identificaron otros cambios en las proteínas que causaban la reducción de ADAMTS13.
“Nuestra investigación ayuda a comprender los mecanismos que causan los coágulos sanguíneos graves en los pacientes con COVID-19, lo cual es fundamental para desarrollar tratamientos más eficaces”, dijo la doctora Jamie O’Sullivan, autora principal del estudio y profesora de investigación del Centro Irlandés de Biología Vascular y de la Facultad de Farmacia y Ciencias Biomoleculares del RCSI.
La experta O’Sullivan agregó que “Aunque se necesita más investigación para determinar si los objetivos dirigidos a corregir los niveles de ADAMTS13 y VWF pueden ser una intervención terapéutica exitosa». Por otro lado, dijo que «es importante que sigamos desarrollando terapias para los pacientes con COVID-19».
Sólo el 32,2% de la población mundial accedió al menos a una dosis de vacuna anticovid
«Las vacunas contra el COVID-19 seguirán sin estar disponibles para muchas personas en todo el mundo. Además, es importante que les proporcionemos tratamientos eficaces a ellos y a los que padecen infecciones de última hora”, afirmó O’Sullivan.
Hasta ahora, después de un año y medio de pandemia por el coronavirus y aunque ya hay 8 vacunas autorizadas para uso de emergencia, sólo el 32,2% de la población mundial accedió al menos a una dosis. Solamente el 24,2% de la humanidad completó el esquema de inmunización contra el COVID-19.
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