SAN PEDRO SULA, CORTÉS. Una deuda habrían sido el detonante de la atroz muerte de una prestamista, en la zona norte de Honduras, según han informado las autoridades policiales en torno a las investigaciones.
La occisa respondía en vida al nombre de Miriam Jeaneth Romero, de 46 años de edad, quien residía en el sector. Su cuerpo lo encontraron el pasado domingo en unos matorrales, en el sector de Naco, Cortés.
Según indicaron sus familiares, el jueves 16 de enero, la fémina salió de su casa de habitación rumbo a la colonia Santa Lucía, del mismo sector. Su misión era ir a dejar un producto a una casa y luego, iba a pasar cobrando 2,500 lempiras que le debían.
La persona que debía ese dinero a Romero, era una de sus primas y su esposo, quienes residían una cuartería. Hasta allí llegó la prestamista, para que le pagaran su dinero, pero no volvió a salir.
Descuartizaron a la prestamista
La mujer no llegó el jueves a su casa de habitación, por lo que sus parientes se alarmaron y comenzaron a buscarla. Ellos reportaron a las autoridades policiales, quienes también se unieron a la búsqueda.
De acuerdo a lo establecido por la Dirección Policial de Investigación (DPI), tres jóvenes participaron en el hecho sangriento. Mismo que habrían perpetrado al interior de la cuatería.
A la prestamista la golpearon, amarraron y posteriormente la descuartizaron en tres partes. Después, los malvivientes la envolvieron en tres sábanas con la intención de ir a botarlos.
La botaron en un pozo
Los detalles preliminares indicaron, que en horas de la madrugada del vienes, los hechores llevaron el cuerpo en pedazos hasta una hacienda. Esta se encuentra ubicada en la zona de Naco, Santa Bárbara. Luego, lo depositaron en un pozo.
Las investigaciones de la DPI, arrojan que dos mujeres realizaron el trabajo de limpieza en la cuartería donde mataron a Romero. Ellas se encargaron de lavar las paredes y el piso, a fin de no dejar evidencias.
Luego de tres días buscándola, los uniformados lograron encontrar el cadáver de la fémina, adentro del pozo. Uno de las partes estaba en una esquina, mientras que las otras dos, las hallaron enterradas.
Los acongojados familiares señalaron que los supuestos hechores permanecieron en los apartamentos, después de llevar a cabo el crimen. Est, porque ellos llegaron a este ese lugar en busca de la víctima y los vieron actuar como si nada ocurría.
Manchas de sangre en la cuatería
Posterior al levantamiento del cadáver por parte de Medicina Forense, elementos de la Policía y la DPI, llegaron a la cuartería. Lo anterior, como parte del proceso de investigación.
Al llegar, encontraron algunas manchas de sangre en una de las paredes. También, había coágulos de sangre en una de las tuberías y el palo del trapeador presentaba manchas de sangre.
Por tanto, los agentes de la DPI explicaron que las labores investigativas siguen su curso, para dar captura a los sospechosos del crimen. Además, manifestaron que el movil principal en este hecho, es la deuda de 2500 lempiras.
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