TEGUCIGALPA, HONDURAS.- De acuerdo con el informe divulgado por Transparencia Internacional (TI), Honduras registra una baja en el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) obteniendo 23 puntos, puntuación más baja desde 2012.
La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) dio a conocer que el informe anual clasificó a 180 países según el nivel de percepción de la corrupción.
En su edición 2021, el documento explica que los niveles de corrupción se encuentran estancados a nivel mundial, con escaso o ningún progreso en el 86 % de los países evaluados.
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Para realizar el estudio, Transparencia Internacional calificó en una escala de cero los más corruptos y de cien los más limpios. De ese modo, Honduras obtuvo una puntuación de 23 puntos, bajando así la escala del 2020, donde recibió 24 puntos.
En cuanto a la posición global que consiguió el país cinco estrellas, se ubicó en la misma que 2020 con el puesto 157 de los 180.
A nivel centroamericano, Honduras se ubica en el quinto lugar, superado por Costa Rica con 58 puntos, Panamá con 36, El Salvador con 34 y Guatemala con 25, estando solo por encima de Nicaragua que obtuvo 20 puntos.
Por su lado, los países que mejor calificación obtuvieron fueron: Canadá con 74 puntos, Uruguay con 73, Chile obtuvo 67 y Estados Unidos con 67.
Por el contrario, entre los que obtuvieron las peores calificaciones están: Venezuela con 14, Haití con 20 y Nicaragua con 20. Honduras, por su parte, sigue estando entre los más corruptos de América.
Abuso de poder en manejo de fondos
Para Carlos Hernández, director ejecutivo de la ASJ, los abusos de poder en el manejo de fondos del Estado han permitido que el flagelo de la corrupción no pierda fuerza.
“Pese a muchos esfuerzos de distintos actores, incluyendo la sociedad civil, la corrupción se resiste a ceder. Para que los recursos públicos lleguen a quienes más los necesitan, urge fortalecer las instituciones, garantizar espacios de participación ciudadana y el respeto a activistas anticorrupción”, expresó.
Por su lado, Transparencia Internacional pidió a los gobiernos cumplir sus compromisos en materia de corrupción y derechos humanos. Además, llamó a la población mundial a unirse y exigir el cambio.
“En contextos autoritarios en los que el gobierno, las empresas y los medios de comunicación están controlados por unos pocos, los movimientos sociales son el último recurso para poner freno al poder. Será el poder de los educadores, estudiantes y personas comunes de todos los ámbitos el que logrará que los poderosos rindan cuentas”, señaló Daniel Eriksson, director general de TI.
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