Redacción. El nacimiento del primer hijo suele traer mucha ilusión y muchas expectativas que no siempre se ven cumplidas y hacen difícil el ajuste a la nueva situación, que supone un cambio importante en ritmos y estilo de vida, especialmente para la mujer.
Para tratar de ayudar a las madres primerizas a hacer lo mejor posible ese ajuste, le traemos 10 consejos:
1. Haz actividad física lo más pronto que puedas
El cuidado de un bebé recién nacido es muy exigente y a veces se hace muy cansado mentalmente. El ejercicio ayuda a descargar tensiones y generar endorfinas que nos harán sentirnos mejor.
Empieza con actividades suaves como puede ser caminar y, si tienes posibilidad, apúntate a algún grupo de recuperación postparto.
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2. Hidratarse bien y cuidar la dieta
Tras el parto, y más si hay lactancia materna, las demandas de líquido y alimento son muy grandes porque el bebé necesita mucho aporte nutricional.
Trate de organizarse para hacer comidas saludables, te ayudarán a sentirte bien.
3. Aprovecha para dormir todo lo que puedas
Descansar bien es fundamental para poder atender las demandas del niño y para tener paciencia y buen humor, por ello trata de aprovechar todos los momentos que pueda y siempre que sea posible, duerma mientras su hijo también lo hace.
4. Aprende a dejarte ayudar
A veces las mujeres queremos demostrar lo que no es necesario y no nos dejamos ayudar por quienes tenemos a nuestro alrededor.
Permita que la apoyen en todo lo que sea posible: hacer comidas, poner lavadoras, ir a la compra o pasearle mientras usted descansa. Delegar es una virtud y cuando tiene a un recién nacido, una necesidad.
5. Apoyos sí, pero con límites
Tenemos que ser claros con los límites que queremos que se respeten y comunicarlo de forma asertiva para que todo fluya tranquilamente.
Es buena idea hacerles pequeños encargos para que no se sientan rechazados en el apoyo que quieren prestar y puedan colaborar: encargarles la compra, la comida, pasear o bañarle.
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6. Cuida de tu pareja, mima y déjate mimar
Es importante cuidar de los padres también porque son los grandes olvidados y a veces manifiestan sentirse solos: las atenciones se centran en el bebé y la mamá, por ellos no se preocupa nadie y no siempre se confía en sus capacidades para atender al niño.
Comparta con él como se siente, hágale partícipe de la crianza, confía en sus buenas intenciones y la estabilidad estará asegurada.
7. No te vuelvas loca con la lactancia
La lactancia materna es importante y necesaria, pero no siempre es posible instaurarla o mantenerla en el tiempo todo lo que se quiere.
Es fundamental comprender que cada una de las madres primerizas debe hacer lo que pueda y sienta que debe hacer, los sentimientos de culpa de este tipo de determinaciones son habituales.
8. Controla las ganas de comprarle de todo a tu hijo
El exceso de publicidad y de necesidades creadas a veces nos hace perder el norte con lo que verdaderamente requieren los bebés y lo que no. Antes de hacerte con mil «cachivaches» piense si verdaderamente es necesario, si no puedes prescindir de ello y cuando estés decidida a comprar, contraste recomendaciones de expertos y usuarios sobre ello.
9. Márcate ritmos tranquilos mientras puedas
Los recién nacidos necesitan calma, las prisas y el estrés les alteran mucho, duermen mal y están irritables. Es mejor reducir un poco los ritmos y planes durante un tiempo y que la calma reine en la casa.
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