REDACCIÓN. Sin lugar a dudas, los tacones son el calzado ideal cuando se trata de estilizar y vestir formal. No obstante, con el paso de las horas se torna algo difícil resistirlos. Que no cunda el pánico: te contamos algunos trucos para aguantar los tacones durante más tiempo.
Los tacones son responsables de que tus piernas luzcan más largas, tu silueta más estilizada y tú más alta. Este combo redunda en mayor confianza y, por supuesto, más elegancia a la hora de vestir.
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Sin embargo, muchos se han encargado de señalar sus puntos negativos. Entre otras cosas, se remarca que podrían provocar problemas de postura si se usasen con demasiada frecuencia o por mucho tiempo.
Con el fin de evitar incomodidades que te hagan caminar mal y lastimen tu cuerpo, te contamos algunos trucos para aguantar los tacones por varias horas sin que esto se convierta en un martirio.
Trucos para aguantar los tacones
Con estas sencillas sugerencias que compartiremos contigo a continuación, tu calzado no será un inconveniente en las jornadas laborales largas o en los eventos especiales a los que asistas.
Meterlos al congelador
Este secreto consta de dos partes; puedes aplicar la que más se ajuste a tu disponibilidad de tiempo. La más rápida consiste en colocar tus zapatos en una bolsa de plástico y, luego, colocarlos en el congelador.
Si tienes algo más de tiempo, coloca dos bolsas de agua en el interior del calzado y déjalos en el congelador hasta que se hagan hielo. Esto hará que la tela se expanda un poco y no te ajusten tanto al usarlos; además, estarán más suaves y no sufrirás por los raspones.
Usa almohadillas para tacones
Se podría decir que son casi como un invento divino. Las almohadillas que se colocan en los talones y en las puntas de los zapatos serán de gran ayuda para paliar dolores.
Vendar dos dedos
Cuenta la leyenda que si vendas el tercer y cuarto dedo de tu piel, puedes usar tacones todo el día sin padecer las consecuencias. A ver, puede que muchos desconfíen de la veracidad de este consejo, pero muchas mujeres afirman haber encontrado una salida fácil en él.
La explicación radica en los nervios que se encuentran en estos dedos. Uniéndolos, lograrías que esta terminación no se bifurcase y, por ende, no soportase una presión desmedida sobre ella.
Polvo de talco
Colocar talco en tus pies y en el interior de los zapatos podría llegar a serte de ayuda. De este modo, evitarías que la transpiración y la humedad multipliquen los perjuicios de un zapato incómodo. El resultado más frecuente este combo suelen ser las incómodas ampollas.
¿Cómo prevenirlo?
Hay varias opciones: la primera es pasar una lija por la suela para hacerla un poco más áspera. Otra alternativa es la de hacerle rayas con una tijera; por supuesto, no deben ser de mucha profundidad, de lo contrario acabarías estropeando los zapatos.
Finalmente, también podrías rociar algo de gaseosa azucarada sobre la suela. En su defecto, puedes pasarle agua con limón y azúcar. Esta mezcla hará que la superficie se vuelva pegajosa y podrás evitar resbalones por un largo rato.
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