REDACCIÓN. Mantener una buena higiene en general es muy importante. En nuestra rutina, no debemos olvidar la higiene íntima femenina, ya que es una de las zonas del cuerpo que precisa de unos cuidados más especiales.
Mantener una limpieza correcta nos evitará infecciones y demás patologías. Y, como no, hemos oído muchos mitos sobre la higiene íntima femenina que hemos creído como verídicos, cuando solo son eso, mitos. En esta entrada te hablamos de algunos de ellos, ¡y los desmentimos!
La vagina no debe oler
Este es uno de los mitos más populares, y el que ocasiona una limpieza íntima excesiva, ya que algunas mujeres se obsesionan en eliminar el olor genital completamente.
La vagina tiene una flora que trabaja continuamente para mantener su pH ácido natural, así es como se limpia, porque sí, la vagina se limpia sola. Las secreciones vaginales que podemos notar como un líquido blanco o transparente se forman de manera natural para higienizar, y de ellas proviene el olor.
Es por este motivo que comentábamos que eliminar el olor completamente es imposible. Así, te recomendamos limpiar externamente una vez al día y, si hay un clima cálido, se ha realizado ejercicio físico, o si se tiene el período menstrual, puede lavarse hasta dos o tres veces como máximo.
El tipo de ropa que llevemos no afecta a la zona íntima
Es evidente que nos gusta seguir tendencias, y vestirnos de una manera en la que nos sintamos guapas y cómodas. No obstante, debemos tener en cuenta que el tipo de ropa que usemos en la zona íntima puede afectarla.
Unos pantalones muy ajustados no permiten la correcta transpiración natural de la vagina, lo que puede ocasionar daños como infecciones o aumento de posibilidades de padecer enfermedades.
La tanga puede potenciar el intercambio de bacterias entre la vagina y el ano y, de nuevo, provocar infecciones. Usarlo de vez en cuando no es dañino, pero debe alternarse con un uso más continuado de ropa interior completa y de algodón.
En cuanto a los pantalones, tenemos que intentar combinar el uso con faldas o pantalones de telas fluidas, ya que resultan más amigables con nuestro cuerpo.
La depilación completa es la opción más higiénica
¡No! Como hemos escuchado en numerosas ocasiones, la naturaleza es sabia, y si la vagina tiene vello es por una razón. El vello púbico es la barrera de protección natural que tiene la vagina contra las bacterias, y así ayudar a prevenir infecciones. Además, detiene el sudor y el roce de la ropa interior.
Los especialistas recomiendan dejar siempre cierto nivel de vello. Esto con el objetivo de proteger las zonas más sensibles como el clítoris o la uretra.
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Uso del protector diario
La verdad es que en este caso hay distintas opiniones. El protector diario, si se usa más tiempo del adecuado, no permite la ventilación adecuada de la zona íntima. Favorece la humedad, el calor y, por lo tanto, las infecciones vaginales.
En muchas ocasiones se recomienda no usarlos, pero en casos de flujo abundante o de tratamiento con cremas, sí. Eso sí, recuerda hacer un buen uso, debes cambiarlos cada pocas horas, porque si no, como ya hemos comentado, la vagina no mantiene la transpiración correcta.
Consejos para mantener una buena higiene íntima femenina
Existe el mito que dice que las duchas vaginales son necesarias. Sin embargo, como ya hemos mencionado, la vagina posee un pH específico, entre 4 y 5 en la escala de acidez y alcalinidad. Limpiarla en exceso podría alterar la flora vaginal y ocasionar daños. Por eso, las duchas vaginales hay que evitarlas, y solo se debe limpiar la zona exterior.
- Se recomienda limpiar solamente con agua fresca o tibia. Si se quiere usar jabón, es muy importante elegir uno específico, suave y sin perfumes. Busca, sobre todo, formulaciones suaves y con un pH adecuado, para no dañar la vagina.
- La higiene tiene que ser externa, es decir, no se debe lavar dentro de la vagina, ya que se pueden provocar infecciones.
- Se debe limpiar de adelante hacia atrás. Si no se hace así, puede aumentar el riesgo de infección, ya que las bacterias o microorganismos de la zona anal pueden afectar a la zona vaginal.
- No se deben usar esponjas, ni productos abrasivos, porque se puede lastimar e irritar la zona. La higiene íntima femenina debe ser suave.
- ¡No olvides secar bien! Si no secamos correctamente después del lavado, se multiplica el riesgo de infección. Debemos secar con suavidad, con una toalla limpia y suave.
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