DE MUJERES. Todas tenemos rutinas diarias que no son del todo buenas para nuestra piel o cuerpo y que sin darnos cuenta aceleran el proceso natural del envejecimiento.
En ese sentido, es momento que un dermatólogo y varios estudios te abran los ojos para que lo dejes de hacer de una vez y para siempre.
Dormir boca abajo
Quizá hayas visto últimamente publicidades de fundas de almohada suaves para prevenir el envejecimiento. Cuando te levantas y tienes la cara marcada por los dobleces de la almohada, esos surcos no son nada buenos.
Dormir con la cara sobre la almohada puede causar, con el tiempo, que estas arrugas permanezcan, debido a la repetición del hábito.
Además, la gravedad también juega su papel en el envejecimiento. Hay efectos inmediatos de dormir en esta posición: hinchazón y bolsas en los ojos, que están causados por la gravedad, que hace caer los fluidos de tu cara. Con el tiempo, dormir en esta posición provoca flacidez en todo el rostro, según explica Purvisha Patel, dermatóloga y fundadora de Visha Skincare, para Women’s Health.
No tener rutina de limpieza
Limpiar tu rostro antes de ir a la cama es esencial para remover no solo el maquillaje, también la suciedad y el sudor que se han acumulado durante el día, que pueden tapar tus poros y causar brotes en la piel.
Sin embargo, de acuerdo a ELLE, limpiar demasiado el rostro puede llevar directamente al envejecimiento prematuro. Debes limpiar el rostro en la mañana y en la noche, nada más, con productos ideales para tu tipo de piel, usando agua tibia.
Usar productos varios
En lo que al cuidado del rostro se refiere, tu rutina debe ser minimalista. «Los productos que contienen retinol son usados contra las arrugas, y si se mezclan con otros que tienen peróxido de benzoilo para tratar el acné pueden provocar que se reseque y se irrite la piel», dice Patel. Quédate con los productos que ya conoces y que sabes que funcionan para tu tipo de piel.
No hidratarte
«El agua es un importante componente de la piel y de las estructuras por debajo de ella», explica Patel.
La deshidratación, a corto plazo, causa piel reseca que aparece hundida y arrugada sobre todo en el área de los ojos. A largo plazo, la deshidratación provoca pérdida de elasticidad de la piel.
Demasiada azúcar
El azúcar que no puede ser procesado por el hígado puede irse directamente al colágeno; el cuerpo interpretará estas células como dañadas e intentará eliminarlas.
«El colágeno y la elastina otorgan a la piel una estructura soporte», explica Anjali Mahto, dermatóloga y vocera de la British Skin Foundation para ELLE.
Perder colágeno es un proceso natural que hace que la piel se vaya «desinflando», pero puede ser acelerado por estos hábitos.
Fumar
El hábito de fumar acelera el proceso de envejecimiento, según la American Academy of Dermatology. Probablemente, mucha gente no sepa que fumar es la causa de que su piel se vea caída y apagada, además de tener más arrugas que otras personas de su edad.
Mucha gente que deja de fumar reporta que su piel se ve mucho más sana luego de abandonar este hábito, que además es dañino para la salud en general. Proteger tu piel a tiempo puede darle una oportunidad de regenerarse.
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