Los problemas de tiroides son graves: la glándula tiroides regula el metabolismo de nuestro cuerpo, nos ayuda a equilibrar el peso corporal. Además, incide en el buen descanso e incluso en el aparato digestivo.
Es decir, que cuando su funcionamiento se ve afectado, prácticamente altera cada función de nuestro organismo. Lo cual, crea una situación de estrés y depresión, generando un desorden en nuestras vidas.
Ante la menor sospecha de padecer de problemas de tiroides debes consultar con tu médico; pero al mismo tiempo puedes intentar algunos recursos caseros que te ayudarán a aliviar el problema.
EVITA EL GLUTEN
El gluten contiene elementos ácidos que inflaman y que es una de las principales causas de la disfunción tiroidea. Los alimentos que tienen gluten son los que se preparan a base de trigo, cebada y centeno. Una dieta libre de gluten también beneficiará a tus riñones, intestinos, hígado y piel.
UTILIZAR ACEITE DE COCO
El aceite de coco acelera el metabolismo y ayuda a perder peso y al mismo tiempo no interfiere en la conversión de T4 a T3; tal como otros aceites que habitualmente utilizamos para cocinar. Utiliza en tus comidas aceite de coco en reemplazo de los aceites comunes y consume 1 cucharada adicional al día.
CONSUMA ALGAS Y OTROS VEGETALES MARINOS
Se recomienda comer vegetales marinos que son ricos en yodo y otros nutrientes muy beneficiosos para la salud en general. Los más aconsejables son las algas como así también el focus, nori, kombu, wakame y espirulina.
BEBA CALDO DE HUESOS
Si tiene oportunidad de preparar caldos a base de huesos de animales que se hayan criado en pastos naturales, sería un maravilloso aporte para la mucosa intestinal. Además, para fortalecer el sistema inmunológico. Algo que repercute de manera positiva en el funcionamiento de las glándulas tiroides.
Beba una taza de caldo de huesos a diario y agregue un poco de sal marina o de algas para reforzar aún más su salud.
INCREMENTE EL CONSUMO DE VITAMINA A, D Y K2
Estudios muestran que los afectados por mal funcionamiento de la tiroides presentan deficiencias en los niveles de estas vitaminas.
Para incorporar esta vitamina A incremente el consumo de vegetales. Tales como el pimiento rojo, cayena, las patatas dulces o batatas y las zanahorias; además de las verduras de hojas verdes, la calabaza y melón.
Para la vitamina B, pescados marinos como las sardinas, el salmón o el arenque y aceites de hígado de pescado. En cuanto a los huevos, consuma, en especial, la yema.
Y para la vitamina K2 huevos, lácteos y paté de hígado de ganso.
MÁS NATURAL, MENOS ARTIFICIAL
Hagamos cambios para favorecer a las glándulas tiroides y a la salud en general. Llevemos una vida más saludable, lejos de productos químicos y tóxicos que arruinan nuestra salud.
Llevamos un ritmo de vida que nos obliga a comer mal, dormir peor y vivir estresados. Todo eso afecta al funcionamiento de la glándula tiroides como al resto de nuestro cuerpo.
Fuente: Saludable