REDACCIÓN. A 12 años y 3 meses ha sido condenada la expalillona Ilsa Vanessa Molina.
Lo anterior tiene que ver por el delito de lavado de activos en el caso de Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
La defensa de Molina solicitó someter a su defendida a un procedimiento abreviado en el caso que se le sigue.
Molina mejor conocida como “La Expalillona”, se declaró culpable por el delito de lavado de activos en contra del IHSS.
En tanto, la enjuiciada aceptó su participación en el delito de lavados de activos en los Juzgados de lo Penal de Tegucigalpa.
Declarándose culpable de haber lavado casi 10 millones de lempiras mediante la empresa “fantasma” Insumedic.
La vida le pasó factura
En el caso Insumedic-Ihss, miles de folios de prueba documental y pericial demostraron en audiencia inicial cómo Aguirre participó en el desfalco del IHSS.
Valiéndose de la relación sentimental que ésta mantenía con el entonces Gerente de Compras, José Zelaya (prófugo de la justicia).
La encausada hace varias semanas había presentado, a través de su abogado, una solicitud para someterse a procedimiento abreviado y se declaró culpable por el delito de lavado de activos.
De esta manera la enjuiciada cumplirá su condena en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS).
La escabrosa caída de la expalillona Ilsa Molina
La vida de la expalillona Ilsa Vanessa Molina ha estado llena de drama.
Al punto que pasó de llevar una vida de lujos a retornar a Honduras como una más de los cientos de deportados que llegan desde los Estados Unidos.
Durante los desfiles patrios de 2005, Ilsa resaltaba entre las palillonas del Instituto Central Vicente Cáceres.
Por su belleza pronto ingresó al mundo del modelaje y a la televisión.
La joven estudió una licenciatura en turismo en una universidad privada de la capital.
Comenzó a trabajar como visitadora médica en una empresa ubicada al sur de la ciudad.
Lavado de activos
Durante este periodo conoció al José Zelaya, hermano del exdirector del IHSS, con quien procreó una hija.
Esa relación también significó un cambio en la vida de la joven, que compró una propiedad valorada en tres millones de lempiras.
Varios amigos de Ilsa Vanessa comentaron que incluso se sometió a varias cirugías estéticas para mejorar su aspecto.
La coqueta mujer se realizó una rinoplastia, una mentoplastía y una mamoplastía o aumento de senos, para verse más atractiva.
Según investigaciones, el estilo de vida de la expalillona y de los demás involucrados, era financiado con los fondos provenientes del desfalco al IHSS.
Corrupción en Honduras
En 2014, la exmodelo incluso se presentó voluntariamente al Ministerio Público (MP), para desvanecer las acusaciones.
Sin embargo, aseguró que la empresa Insumedic, para la que trabajaba, estaba constituida legalmente.
Luego que se confiscaron sus bienes por considerar que habían sido comprados con los fondos del IHSS.
La joven se mudó a la casa de sus padres, pero luego de un tiempo desapareció.
El 15 de diciembre del 2014, el MP emitió la orden de captura contra la joven, por su participación en el latrocinio al IHSS.
A inicios de 2015 y por las frecuentes presiones de las autoridades, Ilsa Vanessa tomó la decisión de emprender el viaje a EE.UU.
Su viaje no sería en un cómodo vuelo, debido a que al estar siendo investigada, no podía salir del país, por lo que decidió ponerse en las manos de un “coyote”.
IHSS
En medio del misterio y con su pequeña hija en brazos, salió del país, despojada de todos los lujos.
Cargando en una mochila las pertenencias necesarias para el penoso viaje.
Sin embargo, fue detenida el pasado 5 de enero del 2015 en Nuevo México, junto a un grupo de inmigrantes.
Al ser detenida, Ilsa Vanessa solicitó asilo humanitario en el país del norte, argumentando que su vida corría peligro en Honduras.
Y se especuló que podría usar a su hija como salvoconducto para lograr ese beneficio.
Luego de permanecer más de un año detenida en un centro para migrantes, el gobierno de Estados Unidos denegó la petición de Molina.
Finalmente Ilsa Vanessa Molina retornó a Honduras, deportada en un vuelo para migrantes que llegó al aeropuerto Ramón Villeda Morales, en San Pedro Sula.
En el momento que descendió del avión, la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), detuvieron a Ilsa Vanessa.
Quien fue esposada y se reinició el proceso legal que se sigue en su contra.
Ilsa llegó como otros deportados, con unas pocas pertenencias y vestida de forma sencilla, con un pantalón negro, una chaqueta café y unos zapatos bajos.
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