TEGUCIGALPA, HONDURAS. El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), señaló que algunos casos de desplazamiento forzado de barrios y colonias son debido a la presión de parte de agentes de las fuerzas de seguridad del Estado y no de grupos criminales.
El ente habría recibido denuncias de personas donde manifiestan constantes allanamientos de morada por parte de los entes policiales. Es por ello, que se ven prácticamente obligados a dejar sus viviendas y volverse víctimas de desplazamiento.
Estadísticas del Conadeh señalan que de 1,417 denuncias que se atendieron solo en el 2022, al menos 20 están vinculadas con el desplazamiento forzado de parte de operadores de justicia.
Ante este contexto, Elsy Reyes, quien es la coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Conadeh, detalló que el estado de excepción ha tenido un impacto en el desplazamiento forzado.
De la misma manera, comentó que se ha logrado identificar como las personas abandonas sus viviendas por el tema de los allanamientos de morada.
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«Cuando una persona vive en un barrio o en una colonia y recibe de dos o tres allanamientos de la Policía Nacional, al final, por temor decide abandonar su domicilio», indicó Reyes.
Múltiples agresores
De la misma manera, Elsy Reyes destacó que el desplazamiento forzado no es algo multicausal. Es decir, que tiene múltiples agresores, entre ellos los grupos criminales y el Estado como tal, que pueden generar este fenómeno.
«Hay quienes abusando de su autoridad han cometido no solo la violación de derechos humanos, sino que ha obligado a la persona a desplazarse de su colonia, barrio o comunidad», indicó la funcionaria del Conadeh.
También, Reyes enfatizó que en el país existe mucha desconfianza, y ante ello, las personas tienen temor de presentar una denuncia.
«En el 56% de los casos, las personas no desean denunciar porque sienten que el hecho de hacerlo los pone en una situación de más alto de riesgo», acotó.
Reyes señaló que el estado de excepción no ha dado resultados, por lo que el Estado debe buscar nuevas estrategias para frenar la violencia. Estas, deben de partir de la educación, la investigación y la respuesta que se le pueda dar a las personas.