TEGUCIGALPA, HONDURAS. La integrante de la comunidad Lesbiana, Gay, Bisexual y Transgénero (LGBT) de Honduras, Indira Mendoza, denunció que en lo que va del 2019, al menos 21 personas de esta red han sido asesinadas.
«Hemos tenido 21 asesinatos en lo que va del año y este es el cuarto asesinato en lo que va del mes de julio. Tres mujeres trans y un bisexual en la zona norte», indicó Mendoza.
En ese sentido, la activista señaló que «no puede ser que tengamos como promedio de 27 sentencias, no todas condenatorias, para 347 casos. La discriminación sí es real».
Asimismo, recordó el caso del reciente asesinato de Bessy Ferrera. «El caso de Bessy, ella hizo su mayor activismo del año 2006 al 2010. Salió del país por amenazas de muerte y hace un año regresó al país solo para que la vinieran a matar», aseguró.
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«Religiosos» infunden odio
Por otra parte, Mendoza señaló a los líderes religiosos como principales causantes del odio y desprecio de la población hacia su comunidad.
«Ya sea la Iglesia Católica o la Confraternidad Evangélica, ellos hacen estas olas de odio que promueven el desprecio, la discriminación. Es decir, hay un prejuicio establecido. Muchas veces vienen de los pastores evangélicos que están detrás del poder en Honduras», remarcó.
Además, mencionó que su lucha viene desde hace 10 años. «Estamos en la lucha con las plataformas desde el 2009 porque defendemos todos nuestros derechos. La gente piensa que una ley no hace la diferencia, pero en este país hay un montón de derechos que están limitados».
Al final, Mendoza manifestó que sus los miembros de la comunidad LGTB son vistos como personas de segunda clase. «Somos de segunda clase», recalcó.
«La personas de la comunidad LGBT en Honduras somos de segunda clase. Nuestros privados de libertad no tienen derecho a visitas conyugales porque nosotros no nos podemos casar», concluyó.
