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viernes, noviembre 22, 2024

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REDACCIÓN. Mientras que para algunas personas degustar un alimento es placentero, para otras puede convertirse en un auténtico problema. Hablamos de la fagofobia, también conocida como “miedo a tragar”.

Imagina que un acto tan cotidiano, como llevarse un trozo de tu comida favorita a la boca, se convierta en una misión imposible. ¿De qué se trata?

Los 9 signos de fagofobia o miedo a tragar

En primer lugar, es necesario destacar que el componente principal de la fobia tiene que ver con un temor irracional. Es decir, se trata de un miedo desproporcionado a la situación de amenaza. Por eso mismo, la persona empieza por evitar el estímulo aversivo o bien lo tolera, pero con gran malestar.

Fagofobia o miedo a tragar
Uno de los signos de esta enfermedad es la taquicardia y palpitaciones.

El caso de la fagofobia, es cuando una persona puede tener miedo a la ingesta de alimentos por haberse atragantado con un hueso, o bien por haber visto a un familiar en una situación similar.

En este último caso, mientras más graves hayan sido las consecuencias o más complejas, hay más probabilidades de desarrollar la fobia.

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Algunos de los signos que la caracterizan son los siguientes:

  1. Rumiación o masticación de la comida durante largo tiempo, sin conseguir tragar.
  2. Pensamientos ansiosos y anticipatorios respecto al momento en que se debe consumir el alimento.
  3. Miedo a atragantarse, a perder el control de la situación.
  4. Sudoración.
  5. Taquicardia y palpitaciones.
  6. Aumento de la presión sanguínea.
  7. Sensación de náuseas y arcadas.
  8. Respiración acelerada.
  9. Tensión muscular en la zona del cuello y los hombros.

¿Cómo superar la fagofobia o miedo a tragar?

En primer lugar, es importante considerar que la fagofobia representa una dificultad adicional respecto a otros tipos de fobias, cuyo estímulo aversivo es menos frecuente.

Ese obstáculo se relaciona con el hecho de que está implicado un acto cotidiano, como el de tragar los alimentos. Por lo tanto, condiciona no solo la nutrición, sino también las actividades sociales.

Fagofobia o miedo a tragar
Es posible que las personas con las que vive el paciente con fagofobia también se vean afectadas.

Psicoeducación

Este es uno de los primeros recursos sobre los que se trabaja durante un proceso psicoterapéutico. Consiste en brindar información al paciente respecto al malestar que lo aqueja.

De este modo, al entender qué le sucede, también se pueden identificar los signos, su comienzo y su duración. Esta es una medida que le permite al paciente racionalizar su temor y sentir que tiene algún tipo de control.

Uso de técnicas de visualización

Este es uno de los pasos anteriores a la exposición a la situación temida. Consiste en guiar al paciente a que se imagine qué sucede en el momento en que consume los alimentos, cómo se siente físicamente, cuáles son sus emociones. Luego, se le ayuda a pensar en soluciones para resolver el conflicto.

Colaboración por parte del entorno

Sin dudas, dado que el comer es un acto cotidiano, es posible que las personas con las que vive el paciente también se vean afectadas. Por ejemplo, por la resistencia a comer o por todo el tiempo que se pierde en la mesa.

Sin embargo, es necesario que los familiares reciban información acerca del cuadro fóbico y puedan ayudar a implementar estrategias. Pueden evitar presiones o enojos frente a la imposibilidad de comer del otro. Estas situaciones de disgusto provocan aún mayor ansiedad, lo que perpetúa el problema.


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