REDACCIÓN.- El estrés y la disfunción eréctil guardan una relación significativa aunque no lo creas. El desempleo o la presión laboral, las tensiones familiares, los problemas de pareja o incluso la sombra de una depresión afectan de manera directa a la vida sexual.
El poder disfrutar de una sexualidad satisfactoria depende de factores físicos y psicológicos. Sin embargo, a menudo se descuida el gran impacto que puede tener la última dimensión en esta área la vida.
Estudios, como los realizados en la Universidad de Atenas, por ejemplo, indican que el estrés es, sin lugar dudas, una de las causas que está detrás de la disfunción eréctil. Sin embargo, algo que se debe tener muy en cuenta es que esto no es una enfermedad.
Sencillamente se conoce como un síntoma que se ha desencadenado de un problema con el que arrastran algunas personas.
¿Cómo afecta el estrés en la sexualidad?
El estrés reduce de manera drástica los niveles de andrógenos. Ello provoca inapetencia, baja concentración, erecciones más débiles y, con ello, relaciones sexuales poco satisfactorias.
Por tanto, la disfunción eréctil, entendida como la imposibilidad a la hora de lograr o mantener una erección, puede deberse a causas vasculares, hormonales, neurológicas y hasta farmacológicas.
Pasar del estrés agudo al estrés crónico altera por completo la calidad de vida.
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¿También puede afectar a la mujer?
Luego de conocer la relación que tiene el estrés con la disfunción, te preguntarás ¿Cómo afectan los trastornos de ansiedad y estrés a las mujeres? ¿También ellas experimentan algún tipo de problema o disfunción? La respuesta es que sí. El estrés diario y, en concreto, la depresión, traen consigo una menor respuesta sexual.
El aumento de cortisol como consecuencia de los estados estresantes produce múltiples cambios, tanto físicos como psicológicos. La libido se reduce, bajan los niveles de excitación, hay menor lubricación y se hace más complicado llegar al orgasmo.
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Consejos para que el estrés no afecte nuestra vida sexual
Existen algunas cosas que puedes hacer para evitar que esta condición arruine tu vida sexual de forma definitiva. Por eso te contamos cuales son los consejos:
- Es importante no automedicarse. La principal estrategia es hablar con el médico y descartar enfermedades y problemas orgánicos.
- Una vez se descartan estos aspectos, es momento de gestionar el estrés. Para ello, es esencial detectar y clarificar los detonantes que nos causan ese estado.
- El apoyo de la pareja es indispensable en estas situaciones.
- Siempre mejorar hábitos y rutinas. Introducir algún cambio, como inscribirse al gimnasio o hacer algún tipo de deporte es muy recomendable.
- Introducir en el día a día técnicas de relajación y respiración profunda.
- Es importante no ingerir alcohol ni tabaco, así como tampoco pastillas para dormir.
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