SALUD. La crema de aloe vera y caléndula que te proponemos es una excelente alternativa, ya que ayuda a calmar las quemaduras y reparar la piel afectada, de una forma completamente natural.
Y si bien es cierto que, poco a poco, los tejidos se regeneran, es importante emplear algunos tratamientos externos para acelerar su recuperación y proteger las zonas afectadas.
Crema de aloe vera y caléndula para calmar las quemaduras
Tanto el gel de aloe vera como la caléndula son ingredientes que protegen e hidratan la piel, a la vez que la ayudan a regenerarse de las lesiones más recientes que haya sufrido, como puede ser una quemadura superficial.
Estos ingredientes tienen un alto contenido de agua, antioxidantes y una amplia variedad de vitaminas y minerales que, al absorberse, optimizan la regeneración de las células de la piel.
Por ende, la aplicación de esta crema, ayuda a disminuir la sensación de ardor causada por estas heridas y, además, hidrata los tejidos para minimizar los daños.
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¿Cómo preparar esta crema casera de aloe vera y caléndula?
La crema casera de aloe vera y caléndula puede prepararse en casa de una manera muy fácil. Y, como de seguro intuimos, podemos emplearla tanto como tratamiento diario, como producto para casos de emergencia.
Además de los ingredientes principales, puedes agregarle lecitina de soja y aceite de germen de trigo, los cuales brindan un plus de vitamina E y aminoácidos beneficiosos.
Ingredientes
- Agua (cantidad necesaria).
- 1 taza de gel de aloe vera (100 g).
- 1 cucharada de lecitina de soja (10 g).
- 3 cucharadas de flores de caléndula (30 g).
- 1/2 de taza de aceite de almendras (50 g).
- 1 cucharadita de aceite de germen de trigo (5 g).
Preparación
- Extrae media taza de gel fresco de aloe vera, tritúralo y resérvalo.
- Incorpora las flores de caléndula en un recipiente resistente al calor y ponlas a macerar con el aceite de almendras a unos 70 ºC, hasta que las flores se resequen.
- A fuego suave, coloca la lecitina con el doble de agua, y agítala enérgicamente hasta obtener una emulsión espesa.
- Luego, agrégale el aceite de caléndula y el aceite de germen de trigo, sin dejar de remover.
- Retira del fuego y deja reposar a temperatura ambiente.
- Cuando esté tibio, agrégale el gel de aloe vera y agítalo hasta obtener una textura cremosa y homogénea.
- Envásalo en un recipiente resistente al calor.
- Almacénalo en el refrigerador para conservarlo por más tiempo.
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