Trabajar y estudiar son dos actividades que demandan tiempo, exigencia y presión. Si no lo manejas de la manera correcta, esto te puede causar estrés, cansancio y afectar tus relaciones interpersonales.
Según un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hasta el 2011, el 11,6% de jóvenes entre los 20 y 24 años en el Perú, trabajan y estudian. Entre las principales razones están el deseo de obtener experiencia laboral, solventar las necesidades económicas y realizar prácticas para culminar una carrera.
Problemas visibles
Áurea Alcalde, psicóloga del departamento de Diagnóstico de CPAL, señala que los jóvenes que trabajan y estudian se sienten tan sobrecargados que pueden deprimirse y llegar a la decisión de dejar los estudios, aunque esto varía según la capacidad de la persona para manejar estas dos responsabilidades. «En su mayoría, los jóvenes optan por continuar en el trabajo, porque les da ingresos», afirma.
Un aspecto formativo para tu futuro no tiene por qué afectar tu salud física y emocional. Procrastinar es el acto de dejar las obligaciones para último momento y reemplazarlas por otras sin la misma relevancia. Cuando se estudia y trabaja esta palabra debería eliminarse del diccionario por completo y reemplazarse por la palabra «organizar».
Para ello, es importante que determines cuáles son las prioridades. Si hay algo que se tiene que cumplir, tanto en el trabajo como en la universidad, es mejor hacerlo con anticipación y bien, de tal manera que haya momentos de reposo en los que puedas realizar alguna actividad deportiva.
Es necesario recordar cuáles son los límites y exigirse dentro de las posibilidades, no comprometerse con algo que requiere demasiado tiempo, porque solo se logrará inquietud y estrés. Es ideal disfrutar de los momentos de descanso.
En la universidad, existe a menudo la posibilidad de elegir horarios, lo que puede facilitar la elección de turnos en la oficina y tener un tiempo para actividades de ocio y estudio. En los trabajos, por otro lado, se da cierta flexibilidad a los estudiantes para salir temprano en época de exámenes, para realizar trabajos, asistir a conferencias, etc. Si no se tiene la necesidad de trabajar, es mejor dar un paso al costado y buscar un lugar que te permita terminar tus estudios, que son tu prioridad.
Motivación de los padres
Tener un trabajo es también una forma de independizarse y valerse por sí mismo. Como padre tu función no está en vigilar sino en orientar, apoyar y acompañar al joven para que pueda cumplir con sus objetivos como profesional y motivarlo en sus desempeños en el mundo laboral. Celebra con él sus logros para que se sienta valorado y pueda continuar en lo que hace.
Cómo compaginar el estudio con el trabajo sin afectar tu salud
Cuatro razones por las que deberías estudiar y trabajar
• Sumar a lo académico lo laboral favorece la formación de la personalidad y el carácter.
• Enriquece la autoestima, la autovaloración a través de los logros, además de sentirse útil porque aporta al presupuesto familiar.
• Ayuda a la organización y el orden. Los horarios académicos y los horarios laborales se distribuyen de manera oportuna, armónica y precisa.
• Se obtiene el respeto de la familia y de los miembros de la comunidad.