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jueves, noviembre 21, 2024

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Los días en la playa son los mejores, sin embargo, las quemaduras que quedan después de pasar muchas horas debajo del sol no son tan agradables. Incluso, muchas veces la piel se «broncea» de forma dispareja y nos quedan marcas de prendas de ropa, lo cual resulta muy incómodo.

Es posible que pensemos que aclarar la piel quemada por el Sol puede ser la solución. Sin embargo, lo más importante no es aclararla, sino intentar hidratarla y cuidarla de la mejor manera posible. Solo de esta forma podremos lograr aliviar el enrojecimiento y emparejar el tono.

Justamente, esa es la clave para mejorar el aspecto de la piel, cuidársela, hidratarla y por supuesto, usar bronceador.

Aloe vera

El aloe vera es una planta que, según creencias populares, todos deberíamos tener en el hogar para cuidar la piel, sobre todo, en caso de sufrir alguna quemadura leve o quemadura solar.

Lo que debes hacer es cortar una de las pencas de la sábila, abrirla a la mitad, extraer la pulpa y limpiarla con abundante agua. Luego aplica el gel sobre la zona afectada, puede proporcionar alivio, además de hidratación.

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Este tip te servirá siempre y cuando seas constante.

Avena molida

La avena es un cereal que tiene, además de una potente capacidad blanqueadora, una excelentes propiedades exfoliantes y suavizantes ideales para pieles irritadas o quemadas por el Sol. Si buscas que blanquear tu piel hasta conseguir tu tono natural, la avena molida será una gran aliada para ti.

Para conseguir resultados tienes que aplicar esta mascarilla tres veces a la semana por la noche.

La avena te dará una sensación de frescura y te quitará el ardor.

Infusión de manzanilla

Este es un remedio natural que resulta ser un gran aliado para aclarar la piel quemada por el sol gracias a las propiedades de la manzanilla. Entre ellas  están las capacidades antiinflamatorias y antisépticas que refrescan y unifican el color de tu piel.

Para aprovechar estas maravillosas propiedades, sólo tienes que preparar una infusión, ya sea con hojas secas de la planta o ya en bolsitas de infusión, y dejarla reposar hasta que se enfríe. Una vez fría, moja un poco de algodón y aplícalo en el rostro o sobre la zona de piel quemada. Repite este proceso una vez al día.

Puedes aplicarla con pañitos o con algodón.

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