Teclee 12 de octubre de 1492 en Google y entréguese al desconcierto: Descubrimiento de América, Día de la raza, Día de la hispanidad, Día de la resistencia indígena.
A 524 años de la llegada de Cristóbal Colón a tierras americanas, la pregunta sobre el qué-pasó-ese-día sigue vigente. Alejandro López, director de Centro Nacional de Historia (CNH) de Venezuela, lo resume a una frase: «fue una empresa económica de Europa que implicó una violencia integral: física, cultural, social y política». La famosacarta de Colón al financista de su expedición, Luis de Santángel, así lo confirma.
Ni descubrimiento ni «encuentro de dos mundos», dice López. Para el historiador, la fecha sólo puede ajustarse al concepto de resistencia. «Es que no hubo ocasión para la construcción de algo más. Todo lo que estaba de este lado del Atlántico, con la llegada de los colonizadores, no ha hecho más que resistir hasta el día de hoy», argumenta.
«El gran silencio que hay sobre los pueblos indígenas en la historia tiene que ver con el deseo del capitalismo de visibilizarlos únicamente cuando los va a instrumentar, cuando quiere debilitar a ciertos Estados que tienen una línea socialista o independiente»
Saúl Rivas Rivas, docente, político e investigador.
En esa misma línea se inscribe Saúl Rivas Rivas. El docente, político, investigador y coordinador de la cátedra libre-intercultural César Rengifo considera que los nombres impuestos por la historia oficial, que reivindican el «descubrimiento de América», no son más que «visiones colonialistas que quedaron tachadas» cuando se demostró que el continente existía antes de la mirada europea y que sus primeros habitantes tenían entre 30 y 40 mil años haciendo suya una tierra que fue avistada por un «otro» hace apenas cinco siglos.
Tan viejos, tan nuevos
Rivas Rivas siempre recuerda a Hugo Chávez cuando piensa en el 12 de octubre como el Día de la Resistencia Indígena. Venezuela fue el primer país en declararlo así mediante un decreto en 2002, decisión que luego fue secundada por países como Nicaragua. En Argentina se dio un debate similar en la última década y finalmente fue adoptada la fecha como el «Día de la diversidad cultural».
«Cuando convertimos el 12 de octubre en el día de la Resistencia Indígena damos un salto cualitativo a escala planetaria porque se acaba con eso de descubrimiento, de supuesto encuentro de dos mundos y de día de la raza, y se reestablece la historia de América como una totalidad desde Alaska a Tierra del Fuego porque se reivindica lo más originario, lo más constante, lo más antiguo del continente, con sus idiomas y sus modelos societarios específicos», detalla el investigador.
En una oportunidad, evoca Rivas, le preguntaron a Chávez si América era el «Nuevo Mundo», a lo que el entonces mandatario respondió: «Somos tan viejos y tan nuevos como Europa». Para él, allí está el carozo de la discusión: en visibilizar la parte ignorada de la historia, la que fue protagonizada por los habitantes originarios del continente y no únicamente la que encarnaron los personajes de la conquista.
Sin embargo, la tarea no es sencilla y López lo advierte porque «la historia siempre es vista como un valor sagrado», por tanto, cuestionarla y proponer una perspectiva crítica que sacuda sus cimientos es una jugada que encontrará sus detractores.
Como ejemplo de esa realidad el historiador resalta la reacción de ciertos sectores en Venezuela cuando se exhumaron los restos del Libertador Simón Bolívar. El proceso se efectuó con el propósito de determinar científicamente su rostro real, las causas de su muerte y resguardar adecuadamente su osamenta. Pero, rememora el director del CNH, para buena parte de los defensores de la historia oficial «eso fue visto como un sacrilegio».
Indígenas al margen
Tanto López como Rivas coinciden en que lo más complicado de la historia es devolverle la voz a los protagonistas que durante años permanecieron en la nota marginal, como es el caso de los pueblos originarios.
«La gran crítica que se hace a la historia tradicional -añade López- es la preterización del indígena: el indígena sólo está en 1492 y en una partecita de la colonia, y ya no aparece más. Son precisamente esos conceptos de ‘descubrimiento’ los que hacen invisibles a sus verdaderos protagonistas y se convierten en verdades monolíticas que son muy difíciles de combatir».
Rivas va más allá: «el gran silencio que hay sobre los pueblos indígenas en la historia tiene que ver con el deseo del capitalismo de visibilizarlos únicamente cuando los va a instrumentar, cuando quiere debilitar a ciertos Estados que tienen una línea socialista o independiente». De resto, añade, cae sobre ellos un gran mutis.
Este 12 de octubre, para el director del CNH se cumple un año más para reflexionar sobre un suceso que se puede mirar de dos maneras: con justicia histórica para con los protagonistas o perpetuando «una línea que ampara conceptos de racismo, de disminución cultural, de valoración mínima de lo que es el indígena como constitución vital de nuestra identidad».
«El tema con la historia -sostiene López- es volver a leerla sobre todo con pensamiento crítico. Hay que ponerse los otros anteojos y dejarse encandilar».
Fuente: RT