LA LIMA, CORTÉS. Miles de familias claman ayuda en las colonias San Cristóbal, Santa Isabel, Guaymuras y Jerusalén, ya que continúan en el olvido, careciendo de agua, energía eléctrica y con sus viviendas completamente destruidas.
Tras el paso de Iota y Eta, el panorama que se vive en estas comunidades es desalentador. Pobladores aseguran que hasta el momento no han recibido ayuda para poder sacar todo el lodillo y los escombros que emergen en las calles.
«Las calles están llenas de lodo, no tenemos agua y aquí no ha llegado ayuda, nada, estamos nosotros solos», comentó Jenny Cristina Gómez, vecina de la colonia Santa Isabel.
Gómez, recalcó que es imposible entrar a las casas por las cantidades de lodo y agua estancada. Además, que la mayoría de las personas continúan en los albergues o en otros lugares.
«Yo no he podido regresar a mi casa, he estado viviendo en el garaje de otra casa, en las viviendas es imposible entrar, solo vamos a tratar de limpiar pero sin ayuda no se puede», añadió.
La residente confirmó que otras colonias de La Lima también están en el olvido cómo: la San Cristóbal , Guaymuras y Jerusalén, están en la misma situación y se encontraban sin el servicio de energía eléctrica a raíz de que se quemaron unos transformadores y hasta hace poco empezaron a restablecerla en ciertas zonas.
«Queremos que las autoridades se hagan presentes, sin su ayuda no podemos. Necesitamos maquinaria para poder sacar el lodo y despejar las calles. Nosotros queremos regresar ya a nuestras casas, pero sin ayuda no podemos», finalizó Jenny.
Negocios destruidos
Es importante mencionar, que muchas familias de estos sectores también perdieron sus pequeños negocios que les llevo años construirlos.
Tal es el caso de Luis Cruz que tenía un taller de ebanistería desde hace 18 años, que recibió como herencia de su padre. Sin embargo, los daños por la inundación fueron tan grandes que sus máquinas y trabajos que tenía terminados quedaron completamente destruidos.
Cruz, indicó que sus pérdidas superan los 400,000 lempiras en las máquinas con las que trabajaba y varios muebles que estaba por entregar, quedaron en la basura.
Además, comentó que solo ha podido empezar con la limpieza de su vivienda. Pero, con la cantidad de lodillo es difícil terminar y se necesita maquinaria pesada.
Las fuertes inundaciones provocaron que aproximadamente 10, 0000 familias lo perdieran todo y pese a que esos fatídicos días de angustia y dolor tras el paso de Eta e Iota ya pasaron, ellos recalcan que continúan en el olvido y la pesadilla esta lejos de terminar.
Redactado por: Patricia Silva
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