REDACCIÓN. La FIA ha aumentado en 26 kilos el peso mínimo de los coches monoplazas.
Según el nuevo reglamento, el peso total del monoplaza sin combustible con neumáticos de seco y con el piloto a bordo no puede ser inferior a 728 kilos. Cuando antes el peso mínimo estaba fijado en 702 kilos.
El incremento de peso se explica por el volumen adicional derivado de una carrocería y un suelo 20 centímetros más anchos. Mientras que el aumento en el límite de combustible a 105 kilos también significa depósitos más grandes.
Además, los neumáticos pasarán a tener un 25% más de superficie de contacto con el asfalto. Las gomas delanteras crecen seis centímetros de ancho respecto a las de 2016, por lo que pesarán un kilo más cada una. Las traseras crecen ocho centímetros y pesarán casi dos kilos más cada una. En total, las nuevas ruedas pesarán seis kilos más que las antiguas.
El aumento de 10 kilos en un monoplaza de F1 puede implicar la pérdida de tres décimas de segundo. Un incremento de 26 kilos podría representar una pérdida de casi un segundo por vuelta en 2017.
A pesar de todo, se espera que la fuerza aerodinámica extra de los nuevos coches y el agarre de los Pirelli más anchos les haga ganar cinco segundos por vuelta.
Los coches de 26 kilos separan a los hombres de los niños
Según estimaciones de la FIA, los monoplazas perderán unos 15 km/h de velocidad punta en las rectas. Esto debido carga aerodinámica de los alerones pero ganarán entre 20 y 50 km/h en el paso por curva.
«Los nuevos coches se ven agresivos, son más anchos y producen más fuerza aerodinámica. Van a separar a los hombres de los niños», ha dicho el director deportivo de Red Bull, Christian Horner.