TEGUCIGALPA, HONDURAS. Como un riesgo biológico catalogó el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) las máquinas de anestesia que venían dentro de los hospitales móviles, en el décimo informe publicado sobre las compras realizadas en el marco de la pandemia de COVID-19.
En el informe titulado «Las máquinas de anestesia usadas: Un riesgo biológico inminente», el CNA revela que los hospitales no cuentan con respiradores mecánicos. Además, detalla que solo contienen máquinas de anestesia que sirven en quirófanos y tienen indicios de ser usadas.
El informe en uno de sus párrafos señala que «con esto, se denota el interés en querer suplir, por parte del proveedor, los ventiladores mecánicos que son necesarios para el tratamiento de pacientes contagiados de COVID-19«.
Al mismo tiempo, muestra su preocupación y cuestiona el equipo usado que hay en los hospitales móviles cuando dijeron que eran nuevos; aún así no se han vuelto a fabricar.
Como parte de la evaluación que realizaron en las máquinas de anestesia de los hospitales móviles, la visita al ubicado en predios del Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, arrojó los siguientes hallazgos.
20 máquinas de anestesia de la marca MedSan Tibbi Cihazlar, modelo MedSan 200 y cuyo uso está descontinuado. Además, indica que estas son de fabricación Turca en el año 2001 y son de segunda mano.
El equipo venía sellado con plástico transparente y trazos de alfombra rústica. La recomendación médica es que «no se recomienda su utilización ni reparación por presentar alto riesgo biológico».
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Signos de desgaste
Entre los otros hallazgos del CNA, está que el equipo que se entregó en el hospital móvil de San Pedro Sula, tiene signos de desgaste; según expone el ente anticorrupción son producto de su utilización.
Por lo cual, «no se puede considerar como un componente nuevo y útil sino como material de segunda mano».
Uno de los signos de desgaste es en el recipiente del fuelle. Señala que son significativos «especialmente, en los números que indican las mediciones de volumen tidal suministrado al paciente, tal y como se muestra con posterioridad».
De igual forma, el CNA evidenció que el cánister o absorbedor de dióxido de carbono (CO2) muestra signos de desgaste y residuos de cal sodada.
«Conviene decir que cuando una máquina de anestesia se encuentra completamente nueva, no hay ningún signo de desgaste en el descrito objeto cilíndrico; ya que estos recipientes vienen nuevos y vacíos», exponen.
Asimismo encontraron daños en los conectores de mangueras que estaban en las gavetas de las máquinas de anestesia. El signo de deterioro «es el resultado al ser desarmada por una herramienta inadecuada para asegurar su sello completo».
El informe destaca que el Estado de Honduras no debe de comprar equipo usado y deben solicitar reembolso o cambio, puesto que las máquinas no formaban parte del pedido.
Por ser de segunda mano, el equipo se considera con un alto nivel de riesgo biológico y genera una exposición a microorganismos que podrían dar lugar a nueva enfermedades.
Máquinas sustituyen ventiladores mecánicos
Por otra parte, apuntan que las máquinas de anestesia se usarían como sustituto de los ventiladores mecánicos para el tratamiento respiratorio de pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Y, de paso, en las UCI solo hay una distancia de 60 cm entre cada cama. En ese sentido, no cumplen la medida de distanciamiento, pues debe ser entre 1.5 metros a 2.0 metros.
Equipo de anestesia no es igual a un ventilador
Entre tanto, el ingeniero biomédico que acompañó al CNE manifestó que en las máquinas de anestesia tienen un ventilador en su interior. Explicó que puede ayudar a los pacientes a completar las funciones de inhalación y exhalación pero no es igual a uno mecánico.
A renglón seguido, explica que las máquinas de anestesia son diseñadas para cirugías en salas de operaciones. No cuentan con un sistema que brinde seguridad para ser usadas durante largos periodos de tiempo sin supervisión.
«Eestos equipos necesitan monitoreo continuo con personal altamente capacitado para operar de manera óptima. Estas características determinan la estructura y el modo de ventilación de las máquinas», asegura el CNA-
Además, recomienda no utilizar dichas maquinas como un sustituto de un ventilador mecánico, pues una persona en estado crítico puede estar varias semanas en una UCI para lograr una mejoría.
Puesto que los gases del paciente en una máquina de anestesia son reciclados y se utilizan absorbentes de dióxido de carbono (CO2) que tienen una vida útil limitada. «De lo contrario, se cambia la cal y esto puede causar daños al paciente, imposibilitando el uso diario del mismo durante semanas».
Hospitales móviles no pueden ser usados para pacientes COVID-19
El CNA sostiene que no se podrán ingresar pacientes a la UCI de los hospitales móviles debido a que carecen de ventiladores mecánicos. Solo podrán ser usados como salas de triajes modernas y «muchas más costosas que las demás».
Hay altas probabilidades que los directivos de Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H) tenga que instalar ventiladores mecánicos que ya estaban destinados para otros hospitales, consideran.
También señalan que INVEST-H sigue cubriendo sus responsabilidades, las del proveedor y el intermediario por una «negociación en contra de Honduras».
Llave en mano: No hay compromiso por parte del proveedor
Para finalizar, el CNA recuerda que se han presentado varias evidencias de que no existe el compromiso «llave en mano» por parte del proveedor. No hay contrato en la compra de los hospitales móviles y eso seguirá generando más erogación de fondos del Estado.
Como ente, dicen estar preocupados pues pasaron ocho meses desde que se hizo el pago de los hospitales móviles y que dos de los que ya están en Honduras, no entran en funcionamiento.
«Es alarmante conocer que ahora la institución a cargo de dicho proceso, únicamente tiene comunicación con el gerente general de la empresa proveedora, y que el intermediario, Axel López, ya no responde por este gran problema que ha ocasionado el perjuicio de las finanzas y la salud pública del Estado de Honduras, después de que el señor, Marco Bográn, lo beneficiara con la suma de 805 millones 171 mil 470 lempiras con 5 centavos», apunta una de las conclusiones.
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