COLOMBIA.-Emoción fue lo que se vivió en todas las ciudades de Colombia cuando Humberto de la Calle, jefe de la delegación gubernamental, y el principal negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), Iván Márquez firmaron el acta del acuerdo de paz del conflicto interno más antiguo del mundo occidental.
«Hoy podemos decir que se acabó la guerra», dijo el presidente colombiano Juan Manuel Santos desde Bogotá, quien además ordenó el cese definitivo al fuego contra la organización desde el lunes.
El acuerdo, que ha sido tildado de histórico y sacó a miles de colombianos a las calles para celebrar, es fruto de cuatro años de intensas negociaciones llevadas a cabo en La Habana, la capital de Cuba.
A continuación, las claves para entender el proceso, que aún no termina.
1. ¿Cuáles son los orígenes del conflicto?
En Colombia, el conflicto entre liberales y conservadores no sólo ha sido político. Desde finales del siglo XIX que ambas facciones se han enfrentado violentamente, llegando su punto álgido en el periodo conocido como «La Violencia». Este periodo se inició el 9 de abril de 1948 con el asesinato en el centro de Bogotá del candidato liberal a la presidencia Jorge Eliécer Gaitán, produciéndose uno de los episodios más reconocidos en la historia de Colombia: el «bogotazo». Este periodo incluyó asesinatos, secuestros, destrucción y terrorismo político, a pesar de que no llegó a reconocerse como una guerra civil.
En 1957, y buscando una forma de solucionar el periodo que ya llevaba 9 años, los partidos Liberal y Conservador se unieron formando un Frente Nacional. Los partidos relegados de esta coalición, liderados por el ex dictador Gustavo Rojas Pinilla, formaron una oposición concentrada en la Alianza Nacional Popular. Además, los campesinos, al ver que las promesas del Frente Nacional sobre la mejora en las condiciones laborales del campo no se cumplían, comenzaron a organizar una guerrilla que haría insostenible un periodo de paz.
La Guerra Fría también influyó. Estados Unidos trató de instaurar su Escuela de las Américas para adoctrinar ideológicamente al ejército colombiano, mientras que las revoluciones guerrilleras proliferaban en América Latina y otros países tercermundistas. Esto sirvió como caldo de cultivo para el surgimiento de las Farc, cuya ideología es marxista-leninista, y sosteniendo un conflicto que dura, o duraba, hasta el jueves pasado. El punto cúlmine de las Farc fue en el año 2000, cuando alcanzó a tener más de 20.000 guerrilleros.
2. ¿Por qué el acuerdo debe ser ratificado o rechazado en un plebiscito?
Este es un compromiso del presidente colombiano Juan Manuel Santos. Lo hizo al iniciar el proceso de paz, en 2012, y ahora debe mandar el acuerdo firmado por ambas partes al Congreso.
Está establecido que, después de un periodo breve de campañas por el Sí y por el No, la consulta popular se realizarán el domingo 2 de octubre. Lo que se votará será el contenido del acuerdo, el que aún suscita muchos conflictos entre la ciudadanía.
Si es que el acuerdo es ratificado, deberá ser respetado tanto por el gobierno actual como por los gobiernos venideros, según la Constitución.
3. ¿Quiénes se oponen al contenido del acuerdo de paz?
La principal figura de la oposición al acuerdo de paz es el ex presidente Álvaro Uribe, ahora senador del partido de derecha Centro Democrático. Su gobierno se caracterizó por la intransigencia y la «mano dura» con la guerrilla y con las Farc, y ha sido un férreo opositor a las políticas de Santos.
Detrás de su figura, una parte importante de la ciudadanía colombiana rechaza los acuerdos de paz. La principal crítica que se le hace a los acuerdos es la «impunidad» con la que saldrán los guerrilleros y con la que terminarán sus acciones violentas, que se cobraron 260.000 víctimas y generaron desplazamientos internos de poblaciones completas.
De hecho, uno de los puntos más polémicos de los acuerdos es que la mayoría de los guerrilleros serán amnistiados, otorgándoles facilidades para reintegrarse a la sociedad colombiana.
4. ¿Qué pasa si gana el «No»?
El presidente Juan Manuel Santos ya ha advertido que, de ganar la opción «No», la guerra volverá a Colombia. «No es que volvamos a la mesa de negociación, volvermos a la guerra», dijo Santos en Medellín hace algunos días.
La propuesta que hace el partido de Uribe, Centro Democrático, es que de ganar la opción «No» el gobierno y las Farc vuelvan a la mesa negociadora en La Habana y se llegue a un nuevo acuerdo. La oposición argumenta que, en caso de que gane el «No», las Farc quedarían en una posición más débil para negociar.
“Si el ‘no’ fuera la decisión de los colombianos se acaba el proceso. Todo lo que hemos hecho se va al traste. Sería el cuarto fracaso de un intento de paz en estos 52 años y la pregunta está entonces en qué pasa después», dijo a CNN en Español el senador Roy Barreras, del Partido de la U (centro derecha), uno de los negociadores plenipotenciarios de los diálogos de paz en La Habana.
Según una encuesta de la firma Ipsos publicada el 16 de agosto, 39% de los encuestados votarían «Sí» a los acuerdos de La Habana, mientras que el 50% votaría por el «No».
5. ¿Qué pasará con las víctimas del conflicto?
En el acuerdo conseguido por el gobierno colombiano y por las Farc, ambas partes de comprometieron a poner a las víctimas y a los afectados por el conflicto en el centro. En caso de que gane la opción «Sí», las Farc se comprometieron a pedir perdón a todos los comprometidos y a reparar los daños, aunque no está claro de qué forma lo harán.
Sí se formará una Comisión de la Verdad, que buscará recoger todos los testimonios de las víctimas para buscar culpables y determinar condenas y medidas de resarcimiento.
Fuente: PUB/FHA