Recientemente, autoridades del Reino Unido y Sudáfrica informaron con preocupación de las múltiples mutaciones de la variante de COVID-19 para advertir y exhortar a la población que deben tomar las medidas adecuadas para prevenir un contagio inminente.
Según Muge Cevik, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de San Andrés, en Escocia, y asesora científica del gobierno británico, ya no es una o dos mutaciones por las que se debe preocupar el mundo. Se prevé que hay unas 20 variantes cuya propagación se multiplica con mayor rapidez con un 70 % de probabilidades de contraer el patógeno.
Además, Cevik expresó que se fijan y atacan directamente a las células del portador, por tanto, lo vuelven más nocivo. En Sudáfrica existe un gen similar que se presentó en un 90 % de las muestras realizadas.
Por la problemática, en Londres se dispusieron medidas cautelares como cerrar la ciudad para evitar más efectos colaterales por el virus. Sin embargo, en vista del confinamiento, la histeria colectiva se apoderó de las calles abarrotando los medios de transporte para salir del lugar.
El Reino Unido no fue el único en tomar precauciones, también lo hicieron otros países europeos como Francia e Italia. Ambas naciones optaron por cerrar sus fronteras para prevenir la proliferación de esta nueva variante.
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¿Funcionan las vacunas con las nuevas variantes de COVID-19?
La mayor preocupación es que esta transformación de la enfermedad sea inmune a las vacunas ya creadas porque todo el mundo volvería a estar sumamente vulnerable ante este fenómeno.
Actualmente hay un número sustancial de la población mundial vacunada y el temor es que el virus se adapte a los anticuerpos. Si se produce este cambio, todos los avances hechos podrían haber sido en vano.
Por otro lado, en Sudáfrica los miembros del alto mando han determinado que, si no existe un cambio dentro de los hábitos del ser humano, jamás se podrá salir de la pandemia que ha estado afectando al planeta por más de un año. Se hizo hincapié en el comportamiento humano por la indiferencia y apatía que existe en las poblaciones acerca del virus.
El COVID-19 ha cambiado la percepción de la vida para muchas personas constantemente y las grandes mentes del área científica no son excepciones. Varios de los intelectuales especularon que el nuevo gen era estable, no obstante, no se previó los estragos que causaría.
“Creo que estos mutantes se volverán más comunes al incrementarse la presión de selección a causa de la vacunación masiva”, dijo Deepeti Gurdasani, un epidemiólogo clínico en la Universidad Queen Mary de Londres.
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