TEGUCIGALPA, HONDURAS. Ante el irrespeto a las medidas de bioseguridad y el temor de un rebrote de COVID-19, las autoridades de Santa Lucía, Francisco Morazán, determinaron cerrar el pintoresco municipio.
Con la reapertura económica, Santa Lucía, un municipio con gran afluencia de turistas reabrió sus comercios para recibir a miles de visitantes tanto nacionales como extranjeros.
Sin embargo, según lo expresado, los visitantes incumplían con las medidas de bioseguridad. Por temor a un posible rebrote de COVID-19 tomaron la determinación de cerrar el pintoresco municipio.
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Valle de Ángeles endurece medidas de bioseguridad
La misma situación ocurrió en Valle de Ángeles, solo que, en este caso, no van a cerrar el municipio pero tomaron la determinación de endurecer las medidas de bioseguridad. Se informó que sigue abierto al público.
Además, según lo informado a través de un comunicado, las medidas serán endurecidas en comercios, iglesias y lugares donde se concentren mayor número de personas por rebrote de la COVID-19.
De igual forma, «los comercios ya establecidos en el municipio deben de realizar muestras (pruebas) a todos sus colaboradores a fin de detectar tempranamente casos positivos de COVID-19».
El fin de semana se conformó un equipo multidisciplinario. El cual supervisará todos los establecimientos comerciales y donde se concentren grupos altos de personas. Su función es vigilar que se estén cumpliendo las medidas de bioseguridad.
Otra de las medidas implementadas es que los comercios e iglesias deberán reportar si alguno sus colaboradores o miembros, presenta síntomas; y remitirlo al triaje municipal de inmediato.
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