AFP. China rechazó este martes las acusaciones de Estados Unidos, Reino Unido y Nueva Zelanda de que es responsable de los ciberataques contra sus instituciones públicas, y afirmó que «protestó enérgicamente».
Los tres países denunciaron una serie de ataques cibernéticos en la última década, en lo que pareció ser un movimiento concertado para acusar a China.
En respuesta, Pekín insistió en que se opone «a todas las formas de ciberataque». Asimismo, acusó a Estados Unidos de utilizar a la alianza de espionaje Cinco Ojos «para compilar y diseminar información falsa sobre amenazas de hackers chinos».
La red Cinco Ojos agrupa a Australia, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Reino Unido en una red para compartir inteligencia. «China se opone firmemente a esto (ciberataques) y ha hecho diligencias firmes con Estados Unidos y las partes relevantes», afirmó Lin Jian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino.
Advirtió que Pekín «tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar los legítimos derechos e intereses de China».
La denuncia de Washington detalló el lunes lo que llamó una «prolífica operación global de hackeo» de 14 años para ayudar a «los objetivos de espionaje económico e inteligencia extranjera» de China.
La vice fiscal general, Lisa Monaco, afirmó que la campaña involucró más de 10.000 mensajes de correo electrónico enviados, empresas en Estados Unidos y el exterior, políticos, candidatos a cargos públicos y periodistas.
Washington indicó que la unidad llamada APT31 era responsable de los ataques, y la definió como un «programa de ciberespionaje» manejado por el Ministerio de Seguridad Estatal chino en la ciudad central de Wuhan.
Acusó a siete supuestos ciberpiratas por su papel en acceder a «cuentas de correo electrónico, cuentas de almacenaje en nube y registros de llamadas telefónicas».
«Amenaza seria»
Horas después, Reino Unido denunció que de 2021 a 2022, el grupo APT31 vulneró cuentas de legisladores británicos, muchos de ellos críticos de Pekín.
El viceprimer ministro británico, Oliver Dowden, también acusó a «una entidad afiliada a China» de haber «transgredido» a la Oficina Electoral del país, a pocos meses de una elección general.
No obstante, aclaró que las campañas contra legisladores y la Oficina Electoral fueron bloqueados y que no afectarán la votación. Londres sancionó a dos personas y una empresa ligados a APT31.
El martes, el ministerio británico de Relaciones Exteriores convocó a al encargado de negocios de la embajada china para condenar dichos ciberataques.
«El gobierno británico no tolerará actividades amenazantes. Además, seguirá tomando medidas fuertes con sus socios del mundo entero para responder a ellas», declaró el ministerio en un comunicado.
Paralelamente, Nueva Zelanda afirmó el martes que su Oficina de Asesoría Parlamentaria, que redacta y publica leyes, resultó transgredida en el mismo período.
Nueva Zelanda, que tiene a China como su principal socio comercial, acusó al grupo «estatal» APT40 por el ataque.
El ministro neozelandés de Relaciones Exteriores, Winston Peters, instruyó a los diplomáticos a «hablar hoy con el embajador chino para expresar nuestra postura y nuestras preocupaciones».
China acusó el martes a Washington de realizar una campaña de ciberataques.
«Agencias chinas de ciberseguridad divulgaron una serie de informes sobre los ciberataques del gobierno estadounidense contra China y otros países. Pero, el gobierno estadounidense siempre se hace el tonto», afirmo Lin.