REDACCIÓN. Los cereales integrales son uno de los alimentos que forman parte de nuestra dieta mediterránea, por lo que, alimentos tan habituales como el arroz o el pan integral pueden reportar beneficios para la salud, según un nuevo estudio.
Los beneficios de los cereales integrales han sido investigados en un nuevo estudio, realizado por investigadores del Centro de Investigación sobre Nutrición Humana Jean Mayer del USDA en la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, publicado por Journal of Nutrition y recogido por Infosalus.
Concretamente, se han tomado en cuenta cinco factores de riesgo de enfermedades cardíacas que pueden verse afectados por el consumo o ausencia de este tipo de alimentos:
- El tamaño de la cintura
- La presión arterial
- El azúcar en sangre
- Los triglicéridos
- El colesterol HDL (bueno)
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Cantidad recomendada de cereales integrales
La cantidad recomendada de este tipo de alimentos, según las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2020-2025, es de tres o más porciones diarias. Un ejemplo de ración es una rebanada de pan integral, media taza de cereales de avena o media taza de arroz integral.
El estudio mostró con sus resultados que, en cada intervalo de cuatro años, el tamaño de la cintura aumentó una media de más de 2,5 centímetros en los participantes con una ingesta baja, mientras que el aumento solo fue de 1,25 centímetros en los participantes con una ingesta alta.
Igualmente, los aumentos medios de los niveles de azúcar en sangre y de la presión arterial fueron mayores en los participantes de bajo consumo en comparación con los de alto consumo.
Otra de las conclusiones es que una menor ingesta de cereales refinados está relacionada con un menor aumento medio del tamaño de la cintura y a un mayor descenso medio de los niveles de triglicéridos en cada período de cuatro años.
Concretamente, la ingesta de granos integrales entre los participantes estaba basada, sobre todo, en pan de trigo integral y los cereales de desayuno integrales que ya están listos para consumir. En cambio, los granos refinados procedían sobre todo de la pasta y el pan blanco.
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