SAN PEDRO SULA. Luego de más de 6 meses de interrupción, las obras de construcción de la nuevo Centro Penal de Cortés, al norte de Honduras, se reanudarán en Junio gracias al desembolso de 60 millones de lempiras provenientes de la Tasa de Seguridad.
El presidente de la Fundación Pro-construcción del Centro Penal, Monseñor Rómulo Emiliani, manifestó su complacencia con el Gobierno de la República ya que el proyecto se acerca poco a poco a su conclusión luego de más de 2 años de haberse iniciado.
“Este centro penitenciario es un ejemplo muy hermoso de la unión de las fuerzas vivas de la ciudad, gobierno, comité penitenciario, tasa de seguridad y la empresa privada” mencionó Mons. Emiliani a medios locales.
Centro Penal, una necesidad para la ciudad.
Actualmente el centro penal sampedrano alberga a más de 3200 reclusos sin embargo, su capacidad es sólo para 800 personas. Este hacinamiento es un peligro latente ya que en años anteriores ya se han presentado tragedias debido a ello.
En 2012, al menos 13 reos murieron producto de un incendio en esta cárcel y más grave aún, un incendio en la Granja Penal de Comayagua cobró la vida de 361 personas en un edificio con capacidad para 400 y habitado por el doble de individuos.
Además existe otro problema. Muchos de los crímenes cometidos en la ciudad son planeados y dirigidos por los cabecillas del crimen organizado recluidos en el centro.
De hecho, según un reportaje de la Associated Press, el Centro Penal de San Pedro Sula se asemeja a un pueblo donde se puede encontrar desde animales domésticos hasta ferreterías y tiendas de abarrotes manejadas por los internos.
Nota relacionada: Armas y drogas siguen fluyendo en el centro penal sampedrano
En 2014 se bloqueó la señal de telefonía celular en el lugar sin embargo, esto no ha impedido que los reos continúen comunicándose con el exterior ya que las visitas de familiares y amigos no están reguladas.
Por esto, la construcción y habilitación del nuevo Centro Penal de Cortés es de vital importancia para el control y manejo de la población penitenciaria de la zona norte y lograr así bajar un poco los índices de violencia que impera en el país. Se espera que el complejo esté terminado a principios de 2017.