TEGUCIGALPA.- Una verdadera fiesta fue la que se vivió en el camerino del equipo azul Motagua, luego de obtener el pase a la gran final.
Fue una locura. Motagua festejó como se si tratase el mismo título. Y no es para menos la celebración. Dejar en el camino a Olimpia, el más acérrimo rival, es considerado casi un campeonato.
Motagua aún tiene pendiente 180 minutos. Los azules enfrentarán en dos partidos a Platense. El primero de los juegos será el próximo domingo en el estadio Nacional de Tegucigalpa. El segundo de ellos será en el Excélsior de Puerto Cortes.