TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Comisión para la Defensa y Promoción de la Competencia (CDPC), llama a las panaderías a mejorar su organización para tener un poder colectivo que haga contrapeso al control sobre el mercado que tienen empresas de esta industria como Molino Harinero Sula, propiedad de la familia Goldstein.
De acuerdo con las conclusiones del “Estudio Sectorial sobre el Mercado de Harinas de Honduras”, la atomización en que opera el sector panadero hace que las panaderías cuenten con muy poco poder de negociación al momento de acordar términos con los molinos.
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Esa desintegración de las panaderías les hace verse reducidos a aceptar las condiciones impuestas por los molinos de manera unilateral, agrega el documento que cobra vigencia tras el anuncio de una grosera alza a los precios de la harina.
Un incremento a este producto, tendría graves repercusiones en el costo de vida de hondureño, según las asociaciones de consumidores. El pan, uno de los derivados de la harina de trigo, es producto fundamental en la dieta del hondureño.
TRES MOLINOS CONCENTRAN EL MERCADO
En el país operan tres empresas molineras. Molino Harinero Sula, propiedad de la familia Goldstein; Industrias Molineras S. A. (IMSA) y Búfalo Industrial. Estas tres empresas producen el mismo bien y distribuyen su producto directamente a los clientes.
El estudio identifica a Molino Harinero Sula, de la familia Goldstein, como la compañía que posee una capacidad instalada muy superior a la de sus competidores.
Entre los principales clientes de los harineros destacan las panaderías, quienes representan el 95 por ciento de la demanda de harina de trigo del país.
Por eso, el informe hace hincapié en una mejor organización del sector panadero. “Los panaderos deben mejorar su organización para mejorar su poder colectivo”, explica.
Ese poder haría “un contrapeso al control que las molineras ejercen sobre el mercado”, destaca. Además, propone que los panaderos se organicen para realizar importaciones directas de harinas de trigo.
Esta práctica de importación por parte de los panaderos, protegería a los consumidores de productos derivados de harina, de alzas injustificadas, precisa.
UN MOLINO CON CONDICIONES PARA FACILITAR DISTORSIÓN
“Una de las empresas no tiene incentivos, en el corto plazo, para explotar su posición de dominio por sí sola”, dice otra de las conclusiones del estudio.
“Sin embargo sí se considera que las condiciones del mercado son ideales para facilitar una distorsión en las condiciones de competencia en que opera el mercado”, agrega.
Aunque en las conclusiones del estudio no se menciona el nombre de la empresa, en otros de sus componentes el documento sí hace alusiones claras.
Al analizar la concentración del mercado, el estudio señala que la empresa Molino Harinero Sula, de la familia Goldstein, al 2008 era la responsable del 62 por ciento de las ventas de harina en el país.
Y más adelante, en un capítulo sobre distorsiones y fallas en el mercado, el documento se refiere claramente a Molino Harinero Sula. “Tanto en las declaraciones de panaderías como las de un molino, se afirma que la empresa Molino Harinero Sula, fija el precio del mercado”, agrega.
Por otro lado, dice el estudio que el sector harinero es extremadamente ineficiente; las tres empresas que lo componen presentan un porcentaje de su capacidad instalada no utilizada, superior al 60 por ciento.
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