TEGUCIGALPA, HONDURAS. “Nadie es tan pobre para no dar, ni tan rico para no necesitar” es una frase que simboliza la noble acción realizada durante 21 años por una congregación de hombres y mujeres que han hecho de la caridad la mejor forma de entregarse al prójimo.
Se trata de Camino Nuevo, una obra que quienes la han llevado al hombro, afirman viene “por el amor que Dios pone en el corazón”.
Desde el año 2000, la voluntad de ayudar nació del sentimiento y la sensibilidad de un hondureño que decidió mantenerse en el anonimato.
“Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”, era el pasaje bíblico que este hombre tomaba, afirmando que lo importante es apoyar a todo aquel que lo necesite. 
La historia de esta obra, que dirige un líder, pero que es el esfuerzo de una colectividad, ha beneficiado a cientos de familias de escasos recursos.
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¿A qué se dedican?
La congregación realiza colectas mensuales para llevar víveres, medicamentos y otros insumos de primera necesidad a diferentes zonas. De esta forma regalan además un momento de felicidad a los niños con piñatas, juguetes y postres para los niños.
“La obra tiene la intención de apoyar a distintas comunidades, madres y sobre todo niños. No hay nada más hermoso que hacer feliz a los pequeños, ya que de ellos es el reino de los cielos”, aseveró el propulsor de esta iniciativa, quien persiste en su idea de mantenerse en el anonimato.
De igual manera, afirmó que la agrupación visita y seguirá visitando diferentes zonas de Comayagüela, La Paz, Ojojona y zonas aledañas con necesidades.
“Hemos visitado hospitales, asilos de ancianos y centros de rehabilitación para brindar ayuda y un poco de lo que Dios nos da”, puntualizó.
El representante de la congregación dijo que la obra no se limita a personas que pertenezcan a la misma, sino que muchas personas e instituciones apoyan su obra.
Asimismo, explicó que una obra solidaria “no tiene ningún tipo de limitación en sus participantes” ya que han aportado personas de ideologías diferentes. “La obra nace a partir del amor de Dios, y él nos ama a todos indistintamente de lo que pensamos”, afirmó.
Bondad en tiempo de tormentas y pandemia
“Durante el 2020 se vivieron momentos muy difíciles para todos nosotros, la pandemia de COVID-19 y las tormentas Eta e Iota hicieron mucho daño”, recordó.
El miembro de Camino Nuevo contó que durante los meses más difíciles de la pandemia visitaron diferentes comunidades. Estas visitas las hicieron con la finalidad de donar mascarillas, medicamentos, gel antibacterial y demás insumos de bioseguridad.
“Luego de las tormentas supimos de muchas personas que perdieron todo y no tenían nada, por lo que con la ayuda de Dios se hizo el esfuerzo y se consiguió ayudarles”, relató.
Asimismo, confesó que durante el mes de noviembre muchas personas prefirieron abocarse a ellos para realizar donativos a los hondureños afectados por las tormentas. En aquel momento “hubo mucha desconfianza” de las personas con las autoridades, añadió.
No se necesita dinero para ayudar a otros
Por último, el coordinador del movimiento motivó a otras personas a ayudar a quienes más lo necesiten. Sin embargo, dijo que no deben sentir preocupación si no sienten deseos de hacerlo, ya que Dios tocará el corazón de alguna persona.
Afirmó que su congregación no pide dinero. Eso es así porque entiende y respeta a las personas que desconfían donar en efectivo. Por lo tanto recomendó donar ropa, víveres, juguetes y cualquier insumo que pueda ayudar a otros.
Asimismo dijo que los donativos generalmente se realizan en la colonia Miraflores en la 6ta calle Sur, frente a la clínica San Roque. Sin embargo, entiende que por la pandemia es complicado reunirse y realizar donativos por lo que deja la opción abierta para quienes quieran donar dinero, sin importar la cantidad.
“Jesús dio la vida por nosotros, entonces nada nos detiene de dar a los demás”, concluyó.
Si algún hondureño desea donar puede hacerlo aportando a la siguiente cuenta bancaria:
Banco Davivienda:
Asociación Centro Cristiano Camino Nuevo – 5070058127
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