CATRACHO EJEMPLAR.- Honduras a través de Gabriel Zaldívar ha llegado a uno de los lugares más importantes del mundo. Siempre hay una buena excusa para visitar el Museo de Louvre, ya sea para maravillarse ante sus obras, evadir por un rato o dar rienda suelta a la imaginación. Está en Francia y es considerado uno de los más famosos de todo el mundo.
En un par de días -como es habitual en un escenario de tal envergadura- se llevará a cabo un destacado evento, pero con la particularidad de que un hondureño figurará entre los convidados especiales. El pintor Gabriel Zaldívar recibió una invitación para exhibir sus obras en el salón de arte contemporáneo «Le Carrousel» del Museo de Louvre.
Con esto, se convertirá en el primer hondureño que presenta piezas artísticas en el distinguido recinto. Zaldívar habló con Diario Tiempo y externó cuáles son sueños -mismos que, garantiza, cumplirá- y describió cuan apasionante considera el arte que desarrolla.
Gabriel Zaldívar
La comunidad de Pinalejo, ubicada en el norte del Valle de Quimistán, en Santa Bárbara, fue el lugar que vio nacer a Gabriel Zaldívar, quien dijo que desde que tiene uso de la razón siempre las cosas artísticas le llamaron la atención.
“Nació conmigo; desde muy pequeño a mí me encantaba dibujar. Yo siempre andaba dibujando en mis libretas, todas estaban llenas de dibujitos”, recordó.
Expuso que confirmó que su camino en la vida sería el de ser un artista, ya que no podía imaginarse haciendo otra cosa.
Sus estudios los realizó en la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA), principal centro de educación y formación de artistas en Honduras. Fue en ese lugar donde Gabriel no solo desarrollaría y mejoraría su talento, sino que descubriría otra pasión, la enseñanza.
Tras concluir con éxito su formación, le ofrecieron una plaza como catedrático, la cual aceptó sin pensarlo dos veces. Desde entonces han pasado 30 años en los cuales ha enseñado a miles de jóvenes todo tipo de actividades orientadas al arte.
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¿El artista nace o se hace?
Uno de los eternos debates en el mundo del arte respecto al artista es si éste nace con un don o necesita formarse para desarrollarse plenamente.
¿Es todo cuestión de talento o puede cualquiera que estudie, con la suficiente constancia, convertirse en el nuevo Banksy?
A criterio de Zaldívar es una combinación de ambas; sostuvo que el expresarse a través del arte no es nada fácil, pero tampoco es imposible.
“Creo que se debe nacer con una buena parte de actitud y todo lo demás también es aprendido”, argumentó. Enfatizó que es necesario que el talento sea pulido, estudiando y practicando en centros especializados en esa área, para así algún día ser un buen artista.
Falta de apoyo
Sobre el tema del apoyo al arte en Honduras, el entrevistado lamentó que es poca la ayuda que las autoridades les dan a sus exponentes nacionales. Sugirió que sería algo muy bueno si le prestaran la atención y el apoyo suficiente a los nuevos talentos que surgen cada día en el país.
Asimismo, opinó que no es posible que nada más exista una sola academia de artes en el territorio cinco estrellas.
«Solo tenemos una escuela de Bellas Artes en todo Honduras y está en Tegucigalpa y siempre ha sido un sueño que haya una escuela en todas las ciudades importantes», expresó.
Empero, acentuó que aunque sea difícil ser un artista en Honduras, no hay que dejar de luchar, ya que la perseverancia es la clave para lograr salir adelante ante las adversidades.
«Lo importante es creer en uno mismo, creer en su trabajo y que nada lo detenga», aseveró.
Los artistas sí están locos
Cuantas veces has escuchado o leído ¿te falta un tornillo? o ¿perdiste un tonillo?
Te falta un tornillo es una metáfora que significa que una persona está loca por alguna acción o idea absurda.
Gabriel Zaldívar opinó que los artistas sí están locos, pero en el buen sentido, pues ellos suelen ser personas que están más conectadas con la naturaleza y son más sensibles a ver la realidad del mundo.
“Yo creo que a todos nos falta un tornillo, imagínese que todos fuéramos cuadraditos y uniformes. Yo creo que la vida es maravillosa, la diversidad es maravillosa, que todos pensemos diferentes y que todos sintamos diferentes”, argumentó.
Un gran artista
El pintor le contó a Diario TIEMPO que recientemente sufrió la pérdida de su madre, entonces para honrarla y recordarla decidió crear una obra en su memoria.
Expuso que cada vez que presenta esa obra, las personas que han sufrido el duelo de perder algún familiar, se sienten identificadas con esa pintura.
Gabriel Zaldívar describe su trabajo como social y conectado con la naturaleza de la vida, además, busca reflejar los sentimientos humanos a través de sus obras.
«Mi trabajo artístico es de corte social, espiritual y experimental, desarrollado a partir de la búsqueda plástica y con diversos medios y soportes que intervengo con medios pictóricos u objetos de la cotidianeidad que adquieren valores plásticos y simbólicos y que además buscan reflejar los sentimientos humanos (uso temas como el corazón) y siempre bajo el principio de «ser mejor», porque podemos siempre ser más solidarios, más prójimos, más humanos, no importando la realidad o circunstancia que nos determine; principios desarrollados desde mi niñez y en mi formación de escuelas artísticas, y en el desarrollo de trabajo como docente en los diversos niveles de la educación nacional», concluyó.
Vea la entrevista completa:
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