Pasar de picar papel en los estadios a organizar bolsitas, piñatas y dulces para dar alegría a los niños de Honduras, esa es la historia de Erick Luna.
Como uno en un millón, el hondureño dio un giro a su vida al dejar de alentar en las gradas como cualquier aficionado del Real España y llegar a ser presidente vitalicio de una organización social-deportiva del país con una trayectoria de 25 años llamada: Barra Organizada para la Realeza en Tegucigalpa (BORET).
«El fútbol es una excelente vitrina para varios aspectos y eso hicimos, ser los primeros en demostrar que por medio del deporte se pueden hacer cosas buenas», así describió Erick Luna el nacimiento de BORET.
La única organización que se dedica a a actividad social llevando los colores aurinegros en cada actividad es BORET. Además, cuenta con un reconocimiento de UNICEF, de la Liga Nacional y una trayectoria en la proyección social desde hace 22 años.
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«Hay que copiar lo bueno»
El capitalino contó que la raíz de la organización sin fines de lucro proviene de San Pedro Sula (al igual que el amor por «La Máquina»).
«La Mega Barra en SPS llevaba a cabo actividades en la sede del club, donde se les regalaban momentos alegres a los infantes en el Día del Niño Hondureño. Luego, nosotros pensamos hacer una réplica de las buenas acciones y comenzamos con Mega Sonrisa en la capital», dijo.
En consecuencia, BORET comenzó a aportar un granito de arena a la niñez de Honduras, llevándoles alegría sin importar el color de sus camisas deportivas.
Los socios: pilares fundamentales
Como cualquier organización, BORET cuenta con un grupo de apoyo que está extendido por casi todo el territorio nacional.
Muchos hondureños de buen corazón, motivados por el amor al equipo, labor social y satisfacción de ver una sonrisa en el rostro de los pequeños apoyan cada actividad que realiza el grupo.
Por ello, la función de cada uno de los integrantes es indispensable ya que ayudan a hacer posible cada proyecto que actualmente posee BORET.
No obstante, el presidente vitalicio, Erick Luna es el cerebro de dicha organización que hace crecer su historia y trayectoria.
«A pesar que han pasado muchas personas, generaciones y demás, BORET sigue en pie porque cada uno lleva a cabo muy bien sus funciones en las áreas asignadas», recalcó.
Voluntariado con orgullo
«Todo el tiempo dedicado, ideas y apoyo es de forma voluntaria, lo que deseo es que marquemos una huella y seamos ejemplo para los demás», apuntó.
Lleno de entusiasmo, orgullo y convicción, el capitalino ve un camino muy exitoso para la organización, donde espera seguir siendo la cabeza de BORET y celebrar más metas a futuro.
Lo que a nosotros nos motiva para seguir adelante son las sonrisas de los niños y el agradecimiento de la gente que obtiene ayuda.
«Cuando se quiere, se puede», fue como definió el próspero camino que ha tenido BORET desde hace 25 años y del que ha sido testigo.
Cambio de 360 grados
Al recordar sus inicios en BORET, en su mente surgió un mar de recuerdos, experiencias y vivencias, donde ha compartido el 70 % de su vida.
«Más de la mitad de mi vida ha estado ligada al grupo. Sin embargo, los pensamientos han cambiado ya que se hizo un ‘swith’ y se reemplazó el estadio por los hospitales, casa hogar y demás centros para ayudar a las personas y niños«, comentó.
Erick Luna reveló que decidieron cambiar alquilar buses para viajar a los partidos a organizar proyectos para dar alegría a los niños por la delincuencia, violencia, rivalidad y actos negativos que se cometen en los estadios.
Por eso, aseveró que el último impulso para hacer las cosas bien surgió porque se «complicó la situación«.
Mano amiga
En su opinión, Luna desea que el país recuerde a la organización como un referente en el ámbito social-deportivo.
«Lo ideal es que las personas que nos brindan ayudas sepan y sigan confiando en que lo que donan se le hará llegar a las personas más necesitadas«, detalló.
Identificarse con las buenas acciones y sentirse orgullosos que Real España tiene una organización como BORET, considera que son aspectos importantes para admirar al grupo.
Un hijo: significado de BORET
Al convertirse en el presidente vitalicio desde hace años, Luna consideró el grupo como un hijo que engendró y ha visto crecer con el tiempo.
«Es algo que aprecio como mi hijo, por eso exijo para que hacer que la organización crezca haciendo alianzas, en especial, ya que es lo que la engrandece», acotó.
Por otro lado, para la sociedad hondureña desea que BORET siga siendo un ejemplo por varias décadas, además que las empresas siempre dicen presente con las ayudas.
BORET en el futuro
«La meta es tener nuestras propias instalaciones, que la organización siga haciendo historia, terminar de llegar a los 18 departamentos (que ya nos falta poco) y seguir creando más proyectos», subrayó.
Actualmente, la organización cuenta con varios programas donde se apoya a la niñez en lo educativo, ambiental, formación de valores y vocación, entre otros.
Asimismo, indicó que la visión es extender la buena acción que realiza BORET al extranjero, en especial a nivel centroamericano.
Al tocar este tema, lleno de seguridad comentó que «soñar no cuesta nada» y lo más importante es pensar en grande para salir adelante.
En conclusión, indicó que su deseo es que recuerden a BORET como algo positivo que existe en Honduras.
Igualmente, agradeció a cada voluntario aurinegro, olimpista, motaguense y demás que siempre apoyan, también a la vida por la oportunidad de cumplir su meta día a día como presidente vitalicio.
¡Que viva BORET y Real España!, gritó con euforia antes de cortar la comunicación.
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